El Chelsea, un equipo de barrio que rompió la banca y se transformó en un club global con Roman Abramovich

El Chelsea, históricamente a la sombra del Arsenal y del Tottenham, se convirtió en el club más rico de Europa en 2003 cuando fue comprado por Roman Abramovich. El magnate ruso invirtió 2.340 millones de euros en fichajes e ingresó 1.288 durante dos décadas. Hoy, con una política económica menos agresiva, el club de Stamford Bridge es segundo en la Premier y sueña con ganar su tercera Champions. El jefe actual es el estadounidense Todd Boehly.

Con Abramovich, el Chelsea pasó de ser el club del oeste de Londres a ser una entidad global.  En 2012 ganó la primera Champions, tras derrotar al Bayern en la final. En 2021 conquistó el gran título europeo tras derrotar al Manchester City. En Inglaterra, mientras, ganó la Premier en cinco ocasiones y contó con futbolistas de gran nivel como Hazard, Drogba y Lukaku.

Los fichajes más caros

El fichaje más caro del Chelsea con Abramovich en la presidencia fue el de Lukaku, por quien el club londinense pagó 113 millones de euros. Por Havertz y Kepa, el empresario ruso abonó 80 millones de euros por cada uno. La venta más sonada fue la de Hazard al Real Madrid por 115 millones.

Lukaku, con el Chelsea Redes

La gestión económica del Chelsea, con grandes fichajes y poca presencia de futbolistas formados en el club, fue muy criticada en Inglaterra. Cada fracaso europeo era un tormento para Abramovich, que rompió su maleficio en 2012. Hoy, sus aficionados presumen de ser el único equipo de Londres que se ha proclamado campeón de Europa.

Los grandes duelos

En su eclosión futbolística, el Chelsea eliminó dos veces a un Barça que soñaba con ser campeón de Europa. En 2005, con Ronaldinho como gran estrella barcelonista (marcó un gran gol), y en 2012, con Guardiola y Messi como grandes iconos del Barcelona.

Mourinho, tras ganar la Premier con el Chelsea Redes

Stamford Bridge, lleno Redes

Sonadas también fueron las victorias del Barça en sus batallas contra el Chelsea. En 2006, el equipo de Frank Rijkaard eliminó al Chelsea. José Mourinho, entonces técnico blue, criticó la expulsión de Del Horno por una dura entrada a Messi. "En Barcelona hacen teatro del bueno", dijo el entrenador portugués, desde entonces muy odiado en el Camp Nou.

El gol de Iniesta

Mucho más épica fue la eliminatoria de 2009. En el partido de ida, Barça y Chelsea empataron en el Camp Nou (0-0).  En la vuelta, en Stamford Bridge, el milagroso gol de Andrés Iniesta clasificó al equipo azulgrana para la final. En Roma, el Barça de Guardiola ganó su primera Champions, tras vencer al Manchester United (2-0).

Ronaldinho, antes de su celebrado gol al Chelsea en Stamford Bridge Redes

Iniesta celebra su gol en Stamford Bridge Redes

El Chelsea vivió días de gloria en Inglaterra en los primeros años del siglo XXI. Su dominio chocó pronto con el Manchester United, de Sir Alex Ferguson, y el Manchester City, de Guardiola. La UEFA, paralelamente, cuestionó la inversión del club en nuevos futbolistas.

Madness a tope

Abramovich, que compró el club por 164 millones de euros, contó con el respaldo de la afición del Chelsea, que aceptó la transformación del club por los éxitos deportivos. En Stamford Bridge, en cambio, algunas cosas no cambiaban, y año tras año puede escucharse la pegadiza canción One Step Beyond, de Madness, antes de cada partido.

Todd Boehly Redes

Roman Abramovich y Vladimir Putin Redes

La era Abramovich duró hasta 2023, cuando el propietario del Chelsea fue sancionado por el Gobierno británico por su estrecha relación con Vladimir Putin. La guerra de Ucrania sumió al club en tiempos de incertidumbre, resueltos con la compra de Todd Boehly por 5.000 millones de euros.

El nuevo estadio

Con Boehly como nuevo propietario, el Chelsea vive días más tranquilos, con Enzo Maresca de entrenador y con un ambicioso plan para construir un nuevo estadio. Stamford Bridge, con capacidad para 40.000 espectadores, es un campo viejo y pequeño, nada acorde con los sueños de grandeza del club. El nuevo Stamford Bride tendrá entre 55.000 y 60.000 asientos y en Londres podrían inspirarse en la espectacular transformación del Camp Nou, que costará 960 millones de euros. El Chelsea, por su parte, invertirá 2.700 millones, casi tres veces más.