La mala fortuna persigue a Clément Lenglet. El central todavía propiedad del FC Barcelona trata de relanzar su carrera cedido en el Atlético de Madrid. Y justo en el momento que podía aprovechar la ausencia de Robin Le Normand y César Azpilicueta en el eje de la zaga, el defensor francés cae lesionado. Aunque ha evitado un mal mayor como una rotura de ligamento cruzado anterior, tendrá que permanecer unas semanas de baja.
A la hora de partido en el último triunfo contra el Leganés, Lenglet se tuvo que retirar con dos esguinces en tobillo y rodilla. Axel Wistel salió desequilibrado de un lance del juego y se llevó por delante la pierna de su compañero, a quien la rodilla le hizo un mal gesto. Aunque pudo retirarse por su propio pie, caminaba visiblemente renqueante.
Un mes de baja
"Clément Lenglet sufre sendos esguinces de rodilla y tobillo izquierdo, según han dictaminado las pruebas a las cuales se sometió el central francés tras la disputa del partido que nos midió al Leganés. El 15 rojiblanco padece un esguince grado I del ligamento colateral interno de la rodilla izquierda y un esguince grado I/II del ligamento deltoideo del tobillo izquierdo", reza el comunicado médico del club rojiblanco.
El plazo aproximado de regreso ronda el mes. Nuevo paso atrás del defensa de 29 años, que había conseguido enlazar sus dos primeros partidos esta temporada 24-25 en calidad de titular. Ya aprovechó sendas bajas de Le Normand y Azpilicueta para estrenar once frente a la Real Sociedad y jugar los 90 minutos en Anoeta.
Carga económica
Por su parte, el Barça está interesado en la revalorización del crack oriundo de Beauvais, aunque el Atlético carece de opción de compra. El pasado verano, club y jugador alcanzaron un acuerdo para extender su contrato de 16 millones de euros brutos --12 de salario y 4 de amortización-- un año más, hasta 2027. Por lo tanto, los 12 kilos brutos que percibía por curso, se redujeron a 8M anuales. De este modo, el Atleti también aceptó asumir un porcentaje de la ficha.
Clément Lenglet, en una sesión de entrenamiento matutino del Barça
Esta repartición obligada de los emolumentos obedecía a la necesidad de rebajar la masa salarial. Se trata de los últimos vestigios heredados de la directiva de Josep Maria Bartomeu en la primera plantilla. En octubre de 2020 ya había renovado en plena pandemia del Covid-19, en aras de diferir su sueldo.