Aleix García: “Espero que Oriol Romeu vuelva a Girona, es un jugadorazo”

Aleix García ha dado el salto de calidad que tanto le habían augurado durante su etapa como canterano del Manchester City. El capitán del Girona FC lleva el timón del barco capitaneado por Míchel Sánchez. Pese a la marcha de Oriol Romeu, amigo de la infancia del mediocentro de Ulldecona, los tozudos se han respuesto y han firmado la mejor temporada de su historia con la clasificación a la Champions League 2023-24. Sin embargo, el 14 gerundense no arroja la toalla y ha manifestado abiertamente su deseo de reencontrarse con el pivote del Barça en Montilivi.

"Siempre he dicho que ojalá vuelva Oriol Romeu. Siempre he soñado con jugar a su lado. La temporada pasada disfruté muchísimo y el Barça me quitó la ilusión que tenía desde pequeño. Nosotros lo echamos mucho de menos, lo queremos mucho. Como amigo le deseo lo mejor, él sabe realmente lo que le conviene", ha aseverado el jugador en una entrevista con el programa Gol a gol, de Esport 3.

"Seguro que Oriol revertirá la situación"

El mediocampista de 26 años también se ha solidarizado con los problemas físicos y de confianza de su excompañero, y no duda de que regresará la mejor versión de Romeu. En Culemanía hemos explicado que el fichaje azulgrana para el puesto de 5 ha adelgazado 7 kilos esta temporada. También hemos informado sobre su bajo estado de ánimo, propiciado por su bache de rendimiento y las molestias en la rodilla, que le privan de continuidad.

Oriol Romeu, en un entrenamiento con el Barça FCB

"La situación de Oriol él sabrá como la ha vivido. Es un jugador espectacular. Tal vez no ha ido como él se esperaba, pero yo tengo plena confianza en él, en que seguro que revertirá la situación. Es un jugadorazo. Nosotros nos hemos centrado en nuestro juego. Desde el momento que supimos que se iba ya nos dimos cuenta de que era una marcha importante, pero el equipo ha demostrado una fortaleza en el medio del campo pese a que no tuvieramos a un jugador con esa fortaleza física".

Verano movido en Montilivi

Será tarea de Quique Cárcel, director deportivo del Girona, negociar el regreso de Romeu al hogar donde tocó techo. El arquitecto de una plantilla de Champions League afronta la ardua tarea de retener el talento emergente y sustituir a pesos pesados cedidos en el club como Éric García. Otros de la talla de Savinho se marcharán traspasados.

Éric García saluda a Pedri tras el derbi Girona-Barça EFE

Pese a las posibles bajas, en el vestuario tienen confianza plena en las dotes de Cárcel, responsable directo del éxito de los tozudos: "Durante la pretemporada veíamos que no llegaban jugadores, pero siempre he pensado que Quique es un crack. Consigue hacer grandes equipos competitivos y grandes vestuarios. Tendrá mucha faena este verano, hay muchos jugadores cedidos o que acaban contrato. Después seguramente también habrá ofertas por jugadores, porque el equipo ha hecho una gran temporada. Quique se debe estar preparando ya, porque tendrá un verano movido".

El toque de atención de Míchel

Quien no se moverá de su asiento en el banquillo es Míchel Sánchez, el otro gran artífice de la gesta. La exigencia máxima del entrenador madrileño es la clave de su éxito. Si es menester darle un tirón de orejas a Aleix en público tras sus declaraciones ofreciéndose al Barça, el míster lo abronca sin titubeos. Aun así, la relación entre Aleix y el míster "es espectacular". El ex del Eibar admite que "tenemos nuestros rifirrafes, pero siempre nos damos un abrazo de reconciliación". También reconoce el centrocampista que "me aprieta mucho y es muy exigente conmigo".

El toque de atención del estratega ante los medios antes del derbi catalán en Montjuïc no sentó bien al futbolista, pero se quedó en un pormenor: "Me hizo daño, pero él lo dijo para que yo me diera cuenta de que no lo había hecho bien. Lo pudimos hablar, él es muy cercano conmigo, tuvimos una conversación y quedó ahí". en una anécdota. Él todo lo hace por mi bien y siempre quiere lo mejor para mí. Tal vez las palabras o el momentos no eran los correctos. Pero somos personas y todos nos equivocamos. Después intenté demostrar en el campo que siento a muerte el escudo del Girona. Me intentó corregir, lo acepté y ha quedado en anécdota".