La temporada no ha terminado para el FC Barcelona. El pastel de la Supercopa de Arabia Saudí todavía no está asegurado. El Real Madrid, el Athletic Club y el RCD Mallorca ya han sacado el boleto directo a la final four invernal. El Barça y el Girona FC se disputarán la plaza restante con un duelo directo en Montilivi por el segundo puesto de la Liga. Toda la responsabilidad local recaerá en una dupla ucraniana ya conocida por el público general: Artem Dovbyk (19 goles) y Viktor Tsygankov (6 tantos). El segundo regresó de lesión en el último partido contra Las Palmas y estará disponible en la próxima contienda.
En el camino azulgrana se interpondrá el conjunto de Míchel Sánchez. Tras 33 jornadas, los tozudos han perdido el duelo por el liderato con el Real Madrid, pero siguen con vida en sus aspiraciones de subcampeonato. El equipo blanco tiene 84 puntos, el Barça, 73, y el Girona, 71. Una nueva victoria rojiblanca invertiría las tornas y encendería las alarmas en la entidad presidida por Joan Laporta. Por el contrario, un triunfo barcelonista concedería un colchón de cinco puntos a la escuadra dirigida por Xavi Hernández.
Amenaza ofensiva
El técnico del Barça ya ha sufrido en primera persona la sociedad ucraniana del Girona. En la primera vuelta, el equipo revelación de la competición doméstica arrasó al cuadro catalán en Montjuïc (2-4). Por primera vez en siete enfrentamientos oficiales, el derbi catalán tuvo nuevo dueño. El balance se mantiene favorable al club de la Ciudad Condal, con cuatro triunfos, dos empates y una última derrota.
El FC Barcelona, lamentándose tras recibir un gol contra el Girona
El póker de goles visitante empezó mediante un contraataque conducido por Tsygankov desde banda derecha. El extremo de 26 años sirvió un pase prácticamente de la muerte al nuevo juguete gerundense. El gigante de 1,89 m remató a placer ante Iñaki Peña tras anticiparse a Jules Koundé.
Cuatro conexiones
Aquel fue el último de los tres pases de gol que le ha enviado el ex del Dinamo de Kiev a su paisano esta temporada. El primero tuvo lugar en la jornada inaugural de la competición contra la Real Sociedad. Dovbyk debutó como revulsivo en el minuto 64, en sustitución de Christian Stuani, y en el 72 estrenó su condición de killer (1-1). El segundo aconteció en el Rayo Vallecano-Girona (1-2) de la fecha 13. Otra incursión de Tsygankov por banda culminó en las botas del 9.
Por parte del ariete, en el Osasuna-Girona (2-4) le entregó la asistencia del tercer gol a su compañero. Un toque sutil elevó el esférico para que Viktor lo impactara de volea. El extremo, en ocasiones carrilero, falló en el remate. En segunda instancia, consiguió conectar un tiro raso.