Los accesos a Montjuïc son incómodos para los socios del Barça. Más allá de las conocidas restricciones al vehículo privado, fallan muchos mecanismos para desesperación de los aficionados. La compra y adjudicación de las entradas para los abonados también es lenta y las quejas a la junta directiva y al Ayuntamiento de Barcelona van a más.
Lluís Sabatés, histórico aficionado del Barça que promovió la grada de animación y la unión de las distintas peñas del club, se ha mostrado muy crítico en las redes sociales con la gestión de las entradas. Pide al club que trate a los 17.000 socios que esta temporada han retirado su abono “con respeto y dignidad”.
Critica Sabatés “el sistema de petición, adjudicación y envío de entradas”, lamentando que los abonados, que ya han pagado su asiento de toda la temporada, tengan que identificarse partido tras partido para adquirir su localidad para cada partido.
Sin asiento fijo
Los abonados del Barça, a diferencia del Camp Nou, no tienen un asiento fijo y denuncian que “la validación de los asientos llega muy tarde, el día antes de los partidos”. Sabatés también acusa a la directiva de Laporta de ser “corresponsable de la ruptura emocional con el socio”.
El comunicado de Sabatés fue compartido por muchos socios. También por Víctor Font, ex candidato a la presidencia del Barça. En las elecciones de 2021, su candidatura fue la segunda más votada. Superó a Toni Freixa, pero fue claramente superado por Laporta.
Escaleras mecánicas
En Montjuïc, los aficionados sufren bastantes incomodidades. Muchos optan por subir a pie desde la plaza d’Espanya. “Las escaleras mecánicas fallan y no se arreglan”, denuncia Óscar, un socio que siempre acude al estadio del Barça con mucho tiempo de antelación.
La mejor nota son para los autobuses lanzadera, que trasladan a los aficionados desde Fira2 y plaza d’Espanya hasta las inmediaciones del Olímpic Lluís Companys.
Salidas caóticas
“Las entradas al campo son más ordenadas y tranquilas, pero la salida es más caótica”, asegura Arnau, otro socio del Barça, molesto también por la ausencia de un asiento fijo durante toda la temporada. “Hay muchas incomodidades. A los pocos abonados que hemos retirado un asiento nos ponen muchas dificultades. No es normal”, añade.
Salvador también detectó otro problema el sábado. “En las gradas había muchos aficionados del Betis mezclados con seguidores del Barça. Lo mismo podría pasar dentro de unas semanas con aficionados del Real Madrid”, asegura este socio del Barça.
La Grada d'Animació
Los cuatro grupos que forman parte de la Grada d'Animació (Almogàvers, Front 532, Nostra Ensenya y Supporters Barça) también esperan que la directiva rectifique y les asigne más asientos para cada partido. Actualmente disponen de 591 asientos, menos de la mitad de los que tenían en el Camp Nou.
En el Barça aseguran que pueden limitar la presencia de seguidores extranjeros en los partidos de la Champions al impedir que se vendan entradas a aficionados de otros países. En el caso de la Liga, en cambio, es mucho más complicado. Y más en Montjuïc, donde solo 17.000 de las 49.000 localidades del Olímpic Lluís Companys han sido reservadas por los socios abonados del Barça.