El traslado del Barça a Montjuïc evidenció varios problemas. El más importante, y esperado, es que a los socios y aficionados barcelonistas no les gusta subir a la montaña olímpica. El estadio es frío y los accesos son más incómodos que los del Camp Nou. El vehículo privado no puede estacionar en las inmediaciones y, sorprendentemente, en la primera prueba se detectaron que se habían duplicado entradas de los sectores 101 y 102.
La venta de entradas no funcionó. Apenas 35.224 espectadores presenciaron el Gamper. Los accesos son algo más lentos que en el Camp Nou y muchos aficionados comprobaron, con gran malestar, que sus asientos ya estaban ocupados.
El Barça, según informa El Periódico, vendió algunas entradas por duplicado en las mejores zonas del Olímpic Lluís Companys. Cada localidad costaba 139 euros más gastos de gestión.
La visita del Cádiz
Un problema informático fue el causante de la duplicidad de las entradas. Los aficionados afectados fueron reubicados a otras localidades del Olímpic Lluís Companys.
El Barça tomó nota de los problemas y de la duplicidad de entradas y espera solventarlos con vistas al primer partido de Liga contra el Cádiz. Será el domingo 20 de agosto.