Lamine Yamal ha pasado de ser una promesa más a tener en cuenta por los medios, al proyecto de jugador más ilusionante desde la eclosión de Ansu Fati con el Barça. A los 15 años ya ha pisado el Camp Nou bajo las órdenes de Xavi Hernández, y ha participado en tres partidos del filial azulgrana. Los culés han quedado embelesados de su desparpajo, y la directiva negocia desde meses atrás las bases de su renovación. La extensión de contrato alcanza el momento clave con su 16 cumpleaños este jueves 13 de julio.
La perla de la Masía podrá firmar su primer contrato como profesional a dicha edad. De hecho, el periodista Albert Rogé desvela una oferta del club por cinco temporadas, tres fijas y dos opcionales. El todavía integrante del Juvenil A compaginaría los partidos del Barça B con los entrenamientos en dinámica de primer equipo. En caso de no tener minutos en la plantilla comandada por Xavi, bajaría al filial para garantizarle participación.
Buena sintonía
El jovencísimo jugador, partícipe de la pretemporada con el primer equipo, ya ha transmitido a la directiva sus intenciones de firmar su primer contrato como profesional a través de su agente, Jorge Mendes. El también representante de Ansu Fati y Alejandro Baldé velará por la permanencia del talento precoz en Can Barça.
La amistad de Mendes con Laporta y la predisposición de Lamine a seguir con su ascensión imparable en la Masía aseguran un trato satisfactorio para las dos partes.
Estrella precoz
Pocos sitios le han quedado por dejarse ver a Lamine Yamal durante la pasada temporada. Con 15 años, ni siquiera ha pisado el equipo cadete este pasado curso. El extremo afincado en Mataró maravilló en el primer tramo del curso con el Juvenil A de Franc Artiga. Marcó ocho goles en 28 partidos entre División de Honor Juvenil y la UEFA Youth League.
En el Europeo sub-17 se paseó con la selección española. A pesar de caer eliminado en la ronda de semifinales contra Francia (1-3), dejó unos registros de cuatro tantos y dos asistencias en cinco encuentros. En realidad, en vez de goles, se sacó de la chistera golazos directos a la escuadra.
Imposible no ilusionarse con un chaval de 15 años que ya se enfundó la camiseta azulgrana en el Camp Nou ante el Betis, se inventó un pase de cuchara para Ousmane Dembelé y rozó un gol que solo evitó el guardameta Rui Silva. Se convirtió en el debutante más joven de la historia del club, y en el ganador de Liga más precoz. Y lógicamente, también dejó destellos de calidad con el filial como el novicio más joven del Barça B.