A lo largo del último año se han visto diferentes situaciones que denotan una ligera fricción entre Pep Guardiola y Xavi Hernández. Maestro y alumno tienen una fantástica relación, pero por diferentes cuestiones se ha generado cierta tensión. De esa situación se ha pronunciado el propio Joan Laporta, que se ha ofrecido de forma abierta a ser una especie de figura conciliadora para que ambas partes puedan superar cualquier tipo de rencilla en el camino.
Laporta, el pacificador
El dirigente del FC Barcelona concedió una entrevista el pasado jueves al programa Onze de Esport3, en done habló sobre la actualidad del club azulgrana. La situación entre los dos entrenadores fue uno de los temas de conversación, siendo una situación que Laporta ha buscado quitar importancia: "Asumo el rol de hacer las paces entre Pep y Xavi. Es una de las responsabilidades que tengo. Sin embargo, no creo que haya mal rollo entre ellos".
De igual forma, también señaló que "eso sí, hay seguidores de Pep que creen que, al elogiar a Xavi, están malmetiendo la memoria de Pep. Pep es un grande del barcelonismo. Es un culé y una referencia. No creo que exista conflicto". "Xavi vino a comer a casa el otro día, somos vecinos en la Costa Brava. A Xavi le gustaría que de alguna manera reunir la unanimidad, porque estas cosas no le hacen bien al barcelonismo".
El lobby guardiolista preocupa a Xavi
Hace un mes, el entrenador del Barça reconoció que, en ocasiones, se siente más presionado de lo que debería por culpa de la alargada sombra de Pep. “Creo que tenemos un entorno que es barcelonista, pero prioriza a veces la amistad antes del barcelonismo. Puedes ser amigo de exjugadores, exentrenadores, expresidentes, exmandatarios, y por eso quizá no son tan barcelonistas como deberían ser. A veces, ves en el entorno que nos dejamos llevar por el amiguismo, y eso no es bueno”.
De ese lobby guardiolista, que podría considerarse una preocupación latente para el actual técnico azulgrana por la enorme presión que supone para su cargo en el club, se suman otras declaraciones en las que reveló cómo el Manchester City vetó la cesión de Joao Cancelo al Barça hace unos meses. Un par de situaciones que probablemente han tensado un poco la relación con el que fuera su entrenador, aunque Laporta quiere firmar la paz entre las dos partes para que no siga trascendiendo.