Pep Guardiola, por fin, ya ha ganado su tercera Champions. La primera con el Manchester City, tras las dos que conquistó con el Barça de Puyol, Busquets, Xavi, Iniesta y Messi. Siete años ha tardado el considerado mejor técnico del mundo en proclamarse campeón de Europa con un club que no podía imaginarse un objetivo tan ambicioso cuando abandonó el Camp Nou. Rodri, un mediocentro muy top, decidió la final de Estambul.
El City conquistó la Champions con mucho sufrimiento. Sin excesiva brillantez, nada que ver con las dos finales que ganó el Barça de Guardiola ante el Manchester United. Entonces, el técnico rival, Alex Ferguson, ensalzó el fútbol de los barcelonistas y en Wembley recalcó que nunca su equipo había sido tan inferior a su contrincante. En Turquía, el City de Pep, Txiki y Soriano espantó sus fantasmas y ganó el título que más se le resistía.
Inoportuna lesión
La final comenzó con un Manchester City volcado en la portería del Inter y Bernardo Silva dispuso de la primera ocasión de gol en una acción personal. Haaland y De Bryne, hasta que se lesionó, también pudieron marcar, pero Onana estuvo muy inspirado.
La lesión de Kevin de Bruyne fue un duro golpe para el City, que se quedó sin un futbolista desequilibrante. El belga, curiosamente, también se lesionó en la final de 2021.
El City asume el mando
La primera parte estuvo marcada por la tensión. El Manchester City asumió el mando pero no quiso asumir muchos riesgos ante un Inter más pragmático. Tras el descanso, el equipo de Inzaghi presionó más arriba, a la espera de un error del grupo inglés.
El City no encontraba espacios para maniobrar. No tenía buenas sensaciones, pero no desesperó, y encontró el premio del gol tras una acción de Bernardo Silva que culminó Rodri, uno de los mejores mediocentros de Europa que no está al alcance del Barça para sustituir a Sergio Busquets.
Marcó el City y sufrió el equipo de Pep Guardiola hasta el final. Suerte tuvo de que Lukaku no tuvo su día y falló un gol cantado a tres minutos del final.