Censurables críticas contra Shakira por ir sin ropa interior

Hace unas semanas que se pudieron ver varias fotos de la visita que Shakira y Gerard Piqué, junto a sus dos hijos, realizaron a Disneyland. Éstas fueron muy comentadas dado que Shakira hacía un alto en el camino de giro 'El Dorado Tour' y el central del Barça aprovechaba los días de descanso para viajar a Estados Unidos.

Más allá de las opiniones surgidas en aquel momento, en las que se comentó sobretodo el comportamiento de celebrity que tuvo la pareja durante su visita al parque temático, las mismas instantáneas vuelven a dar que hablar por un motivo muy distinto.

Shakira pasea junto a sus hijos en Disneyland / Instagram

Shakira pasea junto a sus hijos en Disneyland / Instagram

Con la vida profesional de ambos nuevamente en marcha, varios usuarios se percataron que ese día Shakira no llevaba ropa interior, por lo menos en cuanto al sujetador se refiere.

Superar el límite

La decisión que tomó Shakira el día que se dejó ver el parque temático parece no haber sentado bien a un gran número de usuarios, pues las críticas por ello han llegado incluso demasiado lejos. Uno de los principales argumentos contra la cantante colombiana es que esa no era la forma más adecuada de vestir en un recinto como Disneyland.

Pese a que Shakira vestía un look casual y para nada provocativo, muy alejado de la indumentaria que utiliza en sus conciertos, por ejemplo, el hecho de no utilizar sujetador parece haber enfurecido a una gran masa que parece haber olvidado que nos ubicamos en el año 2018.

Nos encontramos en un momento en el que la libertad y variedad de vestuario es algo que está a la orden del día tanto para las mujeres como para los hombres, aunque las primeras siempre son las más observadas y criticadas.

Criticar por naturaleza

Sin ir más lejos, la misma Shakira recibió recientemente varias críticas por ir a buscar a sus dos pequeños al colegio luciendo unos shorts que para algunos eran demasiado cortos.

Está claro que en muchas ocasiones los comentarios que reciben los personajes públicos supera el límite de lo racional. Obviamente éstos pueden vestir como gusten y deseen, pero dada esa condición de estrellas nunca escaparán a la polémica