Ni Via Veneto ni Botafumeiro: el restaurante de Barcelona que todavía emociona a Guardiola y Laporta
- En la mesa favorita del técnico catalán fue donde le comunicaron que sustituiría a Frank Rijkaard como entrenador del primer equipo del Barça
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Hay varios restaurantes en Barcelona que ya han pasado a ser santuarios. Entre plato y plato, entre langosta y langosta, que es de lo más habitual tanto en el Via Veneto como el Botafumeiro, se han cocido, nunca mejor dicho, fichajes. Son los dos locales de preferencia de Joan Laporta, presidente del Barça, en la capital catalana. Se celebran hasta comidas de directivas.
También lo es la Bodega Sepúlveda, importante para Jan, pero también para Pep Guardiola. En pleno centro de Barcelona, a un par de calles de la plaza Universitat, el restaurante recibe el nombre de la calle que lo acoge. En el número 173, en el Eixample Esquerre, a Pep le cambió el futuro con un plato de garbanzos y unas costillas de cordero delante de él.
Eternos
Porque lo más típico en la Bodega Sepúlveda son los platos de cuchara, preparados con un buen chup-chup y, lo más importante, con cariño. En pleno centro de Barcelona, uno puede vivir una gran experiencia gastronómica --no sin rascarse el bolsillo primero--. Tanto, que entre bambalinas Joan Patsy le comunicó a Pep que entrenaría al Barça.
Guardiola, siempre en la misma mesa, la más cercana al balcón, disfrutaba de una buena comida, cuando Patsy le soltó que "en la próxima temporada Frank no va a estar y el entrenador, que lo sepas, vas a ser tú", tal y como recuerda Pep en el libro Quan vàrem ser eterns de Lu Martín.
Cocina catalana
Dicho y hecho. La temporada del primer equipo era mala. Patsy había hablado con Johan Cruyff y Laporta, aunque había dos nombres sobre la mesa. El de Guardiola y el de José Mourinho. Evarist Murtra, directivo, pujó fuerte por Pep, mientras que Marc Ingla y Ferran Soriano apostaban por the special one.
Desde mediados del siglo XX que la Bodega Sepúlveda acoge a miles de clientes. El pequeño bistró tiene un ambiente familiar, pero también una buena sala privada a la que se accede si uno atraviesa la cocina.
Allí frecuenta el famoso entorno del Barça, que come de todo. Las famosas croquetas, las tapas y la deliciosa y variada gastronomía catalana. La Bodega Sepúlveda no falla. Toda la comida es fresca y de calidad. Aunque, si uno quiere probar los platos, lo mejor es hacer una reserva.