El exfutbolista Dani Alves permanece en prisión preventiva sin fianza en Brians 2 ante el riesgo de fuga y la inexistencia de tratado de extradición en Brasil. El que fuera jugador internacional brasileño enfrenta la acusación por presunta violación a una chica en el baño de la discoteca Sutton. Cinco meses después de ingresar en la cárcel y después de cambiar su versión de los hechos en cinco ocasiones, han trascendido los audios de parte de sus declaraciones.
En los fragmentos de audio desvelados por el programa Código 10, el acusado explica gráficamente lo que sucedió en los baños el pasado 31 de diciembre: "Ella me besó y empezó a quitarme los pantalones. No ha sucedido nada que nosotros no quisiéramos".
La versión de Alves
"Fuimos custodiados a la mesa seis de la discoteca que está abierta a toda la sala. Hablé con Bruno y volvimos a hacer un gesto al camarero y el camarero enseguida invitó a tres chicas. Nos estábamos divirtiendo y enseguida una atracción sexual... ella me sentó en el retrete y empezó a hacerme una felación", cuenta Alves a la jueza, que ya conocía la versión de la víctima.
Alves contradice a la víctima, que no sabía que se dirigían al baño aunque sí que siguió al acusado voluntariamente: "Le dije literalmente que era un baño y ella me dijo que sí. Le pregunté dos veces si le estaba gustando y me dijo que sí. Y fue cuando ella se incorporó de espaldas a mí, juntando nuestro sexo en p***. Al finalizar la levanté, que estaba encima de mí, la levanté y me c*** fuera de su sexo. Ni en el reservado ni en el baño, nunca me dijo que parara ninguna acción
Algo no cuadra
Las versiones de Dani Alves y la víctima prácticamente colisionan frontalmente. El programa de Cuatro repasa también el punto de vista de la chica sin los audios. La afectada admitió que había accedido al baño voluntariamente y que se besaron. Sin embargo, también afirmó que le pidió a Alves que parase.
"Accedí de manera voluntaria al lavabo y después de darnos unos besos le dije que me quería marchar... pero él me dice que no y cierra el pestillo. Me comenzó a decir cosas desagradables como 'eres mi putita' y también me empezó a pegar. Me tiró el bolso al suelo y me cogió de la ropa... No quiero que se dé publicidad a lo que ha pasado, nadie me creerá porque verán por las cámaras que entré de manera voluntaria al lavabo", relató ante la magistrada.
Mientras que la víctima no cambió su versión de los hechos, Alves sí que lo hizo, y cinco veces. El exjugador de fútbol pasó de negar que conociera a la chica, supuestamente por esconder la infidelidad a su anterior mujer, Joana Sanz, a reconocer que mantuvieron relaciones sexuales. No tuvo más remedio porque en los análisis encontraron restos de semen en el cuerpo de la víctima. A pesar de la existencia de una herida en la rodilla, ha negado categóricamente hechos contados por la víctima como propinarle unas bofetadas o cogerla y ponerla contra el suelo.