Agentes de la Guardia Civil arrestan a un hombre / EP

Agentes de la Guardia Civil arrestan a un hombre / EP

Sucesos

Un hombre de 71 años trata de comprar la virginidad a una menor de edad

El anciano, que abusó sexualmente de al menos seis niñas más, se enfrenta a una pena de 59 años por sus numerosos delitos

8 enero, 2021 15:07

Un hombre de 71 años, vecino de Calatorao (Zaragoza), se enfrenta a la mayor condena que se permite en Aragón por sus delitos: 59 años de prisión. Su nombre es Melchor, y ha sido acusado de abusar sexualmente de más de seis menores de edad y de intentar comprar la virginidad a una niña de 12 años.

El individuo lleva en prisión preventiva desde marzo de 2020, y se le imputan los delitos de abusos sexuales continuadosprostitución y corrupción de menores, pornografía y consumo de drogas. El Código Penal no contempla encarcelamientos de más de 20 años, pero sus actos y su avanzada edad podrían sentenciarle a pasar el resto de su vida entre rejas.

Regalos o dinero para drogas y alcohol

Los informes remitidos al juez por parte de la acusación describen a Melchor como "un hombre sin escrúpulos" que, presuntamente, intentó comprarle la virginidad a una niña de 12 años. Además, se destapó que el anciano mantuvo relaciones sexuales de forma reiterada con menores de 16 años.

Todo ello lo hacía a cambio de regalos o dinero para alcohol y drogas. Por el momento, la Guardia Civil ha podido identificar a seis de sus víctimas, pero no descartan que sean más. Ahora, el juicio y la sentencia del tribunal demostrarán qué hechos se pueden probar.

Las premiaba según lo que se dejaran hacer

Según los informes, Melchor se trasladaba hasta municipios vecinos a Calatorao para captar a las chicas. Acudía a las puertas de sus institutos o centros similares para recogerlas en coche y se las llevaba hasta su domicilio, o al de un conocido, para mantener relaciones con ellas.

En función de lo que se dejaran hacer, el individuo las premiaba con más o con menos. De hecho, tal y como declararon las víctimas, los regalos aumentaban si las prácticas se realizaban sin preservativo. Durante el juicio, el acusado reconoció conocer a las denunciantes, pero negó cualquier tipo de abuso. Unas declaraciones a las que no da veracidad el juez instructor del caso, que se inclina por las versiones de las menores al considerarlos "testimonios congruentes y sin contradicciones".