El pasado sábado 5 de febrero, un “paseante” hallaba el cuerpo sin vida de Esther López, la mujer, de 35 años, desaparecida en la localidad de Traspinedo (Valladolid), la madrugada del 12 al 13 de enero. Tras confirmarse que el cadáver encontrado era “compatible en un porcentaje muy elevado" con el de la joven en paradero desconocido desde hacía semanas, Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, reaccionaba al óbito de la malograda.
Además de expresar todo su apoyo a los familiares y allegados de la víctima, Rosell ha ofrecido nuevos detalles de la investigación. Según ha revelado la exmagistrada, López falleció de “forma violenta”.
"Muerte violenta"
“Confirmada la muerte violenta de la joven desaparecida en Traspinedo (Valladolid). Quiero expresar mis condolencias y apoyo a su familia y personas queridas, y pedir respeto para ellas y para la investigación”, ha escrito en su perfil de Twitter. De este modo, la versión de Rosell contrarrestaría a la ofrecida en un primer momento por la policía en las que se señalaba que el cuerpo de Esther no presentaba signos de violencia externa.
Si bien a pesar de que la vallisoletana no presentaba traumatismos ni heridas por arma blanca o de bala, no se descarta que falleciera por otras causas como asfixia mecánica. En este sentido, fuentes cercanas a la investigación también apuntan a que la joven perdió la vida en el mismo momento de su desaparición.
A la espera de la autopsia
No obstante, ninguna de estas teorías ha sido confirmada por el momento, dado el secreto de sumario que rige el caso. Por su parte, los vecinos insisten en el cuerpo de Esther fue llevado hasta el lugar en que se produjo su hallazgo horas antes. Aseguran que batieron la zona en jornadas anteriores.
Los investigadores guardan silencio y esperar al resultado de la autopsia. "Estaba en superficie y no puedo asegurar si lo han dejado. Hacer elucubraciones en estos momentos es complicado", enfatizaba el coronel de la Guardia Civil Miguel Recio este sábado.