La nuevas pruebas que podrían dar un giro al crimen de Alcàsser

Cuando están a punto de cumplirse 29 años del crimen de Alcàsser, el Juzgado de Primera Instancia de Instrucción número 6 de Alzira (Valencia) ha ordenado el análisis toxicológico de varios pelos y otras evidencias que no habían sido estudiadas hasta el momento.

Además, la titular del tribunal ha ordenado una nueva inspección ocular en los vehículos de Miguel Ricart, condenado por el triple crimen, y de Antonio Anglés, que se encuentra en paradero desconocido. En concreto, este nuevo examen lo realizarán los especialistas del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil.

50 pelos sin analizar

La jueza cree que, con las técnicas actuales que manejan los cuerpos policiales, se podrían recuperar evidencias genéticas, tanto restos de sangre como otra serie de fluidos biológicos, de las tres niñas asesinadas en la localidad valenciana de Alcàsser en 1992. Para ellos, los agentes se desplazarán al depósito en el que se encuentran los dos turismos, en Valencia, e inspeccionarán de nuevo su interior.

Por otro lado, un equipo de toxicología se encargará de analizar los más de 50 pelos que se descartaron durante los estudios genéticos efectuados durante la década de los 90. Con las herramientas actuales, podrían revelar información decisiva para la resolución del caso.

En paradero desconocido

Antonio Anglés, fugado de España en 1993, es el principal sospechoso del secuestro, violación y asesinato de las tres adolescentes. Desparecieron en noviembre de 1992 y sus cuerpos fueron descubiertos en enero de 1993 en el paraje de La Romana. Por el triple crimen que conmocionó a España, el único condenado fue Miguel Ricart, que salió el libertad en 2013 después de aplicársele la doctrina Parot.