Las pequeñas Anna y Olivia continúan desaparecidas y la búsqueda sigue avanzando. Cinco semanas después de que fueran vistas por última vez junto a su padre, Tomás Gimeno, las investigaciones continúan centrándose en las pertenencias del hombre y en el rastreo del buque con sónar por el mar.
Las autoridades han descubierto ahora nuevos indicios en el móvil de Gimeno que pueden dar pistas clave sobre el paradero de las pequeñas. Los investigadores han analizado sus últimos movimientos en el teléfono y han descubierto que la cobertura se perdió de forma brusca. Según los agentes, esto podría indicar que el portable habría caído al mar y no habría sido apagado por él mismo como se apuntaba en un principio.
Pérdida de cobertura
Según Telecinco, los investigadores utilizan la misma técnica que usaron para encontrar el móvil de Diana Quer en la ría. Por tanto, la pérdida repentina de la señal podría ser una pista clave que podría dar con el paradero de las niñas.
Los rastreos por mar con el buque con sónar también continúan y los investigadores han delimitado una zona de unas diez millas cuadradas frente al litoral de Santa Cruz de Tenerife. Este espacio se ha acordado después de descubrir el geoposicionamiento del móvil del padre de las niñas durante la noche de la desaparición.
Suelo marino
El buque con sónar procedente de Vigo, Ángeles Alvariño, se sumó el pasado fin de semana al dispositivo de búsqueda del padre y las dos niñas desaparecidas en Tenerife el pasado 27 de abril. Solo unos días después, el barco ha detectado “algo extraño” en el suelo marino y ha parado para seguir examinando a fondo la zona.
Sin embargo, algunos expertos aseguran que se trata de una zona difícil de escanear ya que es muy irregular y está llena de rocas que pueden ser confundidos con otras cosas. Con el robot marino del buque también examinarán de cerca los objetos que sean considerados sospechosos. Las operaciones del buque se alargarán hasta la próxima semana y se desarrollan durante las 24 horas del día.