A 72 horas de que se cumpla un mes de la desaparición de Tomás Gimeno, Anna y Olivia --el padre y las dos niñas de Tenerife--, la Guardia Civil ha incorporado este lunes un nuevo equipo de búsqueda al dispositivo. Se trata de un sonar de barrido lateral que desde esta mañana ha empezado a rastrear el rocoso fondo marino tinerfeño.
Luis Alvial, experto en georradar y especialista en el terreno de las desapariciones, considera que el caso de Tomás y sus hijas es una repetición de lo ocurrido en Córdoba en octubre del 2011 con José Bretón y sus dos pequeños, Ruth y José.
Parricidio
En este sentido, Avial va un paso más allá y se muestra convencido al 99% de que Tomás mató a sus hijas en la casa de La Candelaria para luego arrojar sus cadáveres al mar dentro de unas maletas. De hecho, apunta a que Gimeno se deshizo de sus hijas durante la primera partida de la noche. En concreto, la que fue captada por las cámaras de la Marina de Santa Cruz a las 21.30 y en la que se le ve cargar varios bultos a su lancha.
Acto seguido, el hombre regresó a puerto para comprar un cargador de móvil y volver a zarpar a las 23.30. Con todo, la última vez que se localizó la señal emitida por su teléfono fue dos horas más tarde entre las aguas de la Gomera y Tenerife.
Uso del sonar
El experto en georradar lamenta, en este caso, la tardía puesta en marcha del sonar con barrido lateral, puesto que este instrumento abarca un radio de 300 metros de ancho, 150 metros a estribor y babor. Además, destaca que el sonar irá integrado en un robot submarino que incorpora una cámara que permitirá grabar el suelo marino.
No obstante, Avial advierte de la complejidad de la búsqueda dada la orografía rocosa del terreno: "Puede tener grietas y si las maletas están dentro de una puede que no se encuentren nunca. Pero soy optimista y creo que sí que pueden encontrar algo".