Spotify, la plataforma más popular de audio en streaming, estrena este miércoles 14 de abril el podcast original El rey del cachopo, la historia de César Román: empresario, periodista, militante radical político, estafador y presunto asesino, acusado de quitarle la vida a su última pareja, Heidi Paz.
El capítulo tres de esta trama, titulado El visionario ultra, profundiza en uno de los últimos intentos del rey del cachopo para triunfar en la política. Un movimiento que tuvo como víctima a Josep Anglada, el líder ultraderechista fundador de Plataforma per Catalunya (PxC), quien habla sobre su relación con Román y la estafa que le coló: "Prefiero no encontrármelo de cara".
Las intenciones del 'rey del cachopo'
César Román fue expulsado de CCOO y la Falange al descubrirse su faceta como agente doble, pero sus ganas de destacar le llevaron a intentar triunfar en la política. Eso sí, en partidos marginales o minoritarios, donde pudiera conseguir mayor protagonismo. Pero como en todos sus intentos pasados, el tiempo lo delató.
El intento que más fuerza cogió fue en Plataforma per Catalunya, junto a Josep Anglada. Persona a la que estudió, y consiguió camelárselo en poco tiempo. Al rey del cachopo le gustaba mucho la manera de hablar del líder ultraderechista, y compró su discurso. Pero consiguió que cayera en sus redes asegurándole que vendería su idea política en Madrid.
Así se cameló a Josep Anglada
Josep Anglada deseaba expandir su discurso por España, y la oferta de Román le encantó. Fue en 2004 cuando el rey del cachopo contactó con él para ampliar PxC y conquistar la capital de España, y viajó en coche hasta Vic para convencerlo. Las ganas que mostraba el empresario le encantaron, pero Anglada tenía muchas dudas. De hecho, pensaba que aún no era el momento de expandir su partido.
Pero el empeño de Román, finalmente, convenció a los dirigentes de PxC, y empezaron a contactar con él creyendo que era la persona indicada para ello: "No os preocupéis de nada, que yo montaré aquí la estructura. Conozco a mucha gente, a muchos empresarios. No os tenéis que preocupar de nada", les dijo entonces el empresario, a lo que Anglada decidió ir "palante".
Primer golpe: "Todo fue una ilusión"
Meses después, César Román vuelve a llamar a Anglada y le pide que viaje urgentemente a Madrid: "Había montado una sede. Nosotros en Cataluña, que teníamos concejales, no teníamos ninguna sede. Bueno, pues en Madrid ya nos están adelantando", reconoció entonces el líder de PxC, que preguntó por quién pagaba ese gasto. "Tengo unos empresarios que, económicamente, nos apoyan", le respondió Román.
"Yo quedé un poco impresionado, porque allí había de todo. Como un gran partido. Pero todo fue una ilusión", dice Anglada, dado que poco después el rey del cachopo desapareció. "No hubo manera, pero de ninguna de las maneras, de poder contactar con César Román", admite el catalán. No fue hasta 2014, cuando viajó a la capital para presentar Somos identitarios, cuando volvió a escuchar el nombre de la persona que lo había engañado.
Cesar Román le costó 90.000 euros
Durante la presentación de su nuevo partido, un hombre le informó de que Román había abierto un local cercano a donde estaban: "Prefiero no encontrármelo de cara, porque igual la cosa termina mal", dijo entonces Anglada. Pero poco después, el rey del cachopo volvió a desaparecer. "Nos llamó la policía para ver si sabíamos algo de él, pero el teléfono móvil no funcionaba", confiesa el político ultraderechista, que poco después pagó su confianza.
PxC nunca tuvo trabajadores, pero la sede de Román tenía a "dos o tres" pagados de su sueldo... "hasta que nos vinieron a reclamar los despidos de los trabajadores y la deuda que había en la Seguridad Social". Unos 90.000 euros que tuvo que afrontar su partido, sin pasar por vía judicial dado que "era muy difícil perseguir a una persona que no lo encontraba nadie".
Desea que pase mucho tiempo en prisión
Ahora, justo cuando empieza el juicio contra César Román, Josep Anglada recuerda que el empresario "no solo nos tomó el pelo a nosotros, porque era y ha sido un gran manipulador toda, toda su vida. Mala persona, en resumidas cuentas". Un hombre que, "cuanto más lejos esté, mucho, mucho mejor".
"A todas las malas personas les llega su San Benito y creo que a César Román le ha llegado. Se va a estar, creo, muchos años entre rejas, porque personas de este calibre que solamente invocan, engañan y estafan a las personas creo que el único sitio donde se merecen estar es en la cárcel", zanja Anglada. Un episodio que le ha hecho, en la actualidad, desconfiar de cualquier milagro que le vendan: "'Tengo a una persona que puede conseguir 1.000 afiliados'. Lo escucho, lo respeto, pero en mi interior pienso... un bocazas".