La Policía Nacional ha desarticulado una presunta organización criminal dedicada, principalmente, a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral. En la operación han detenido a 29 personas en las provincias de Córdoba y Sevilla (Andalucía), acusadas de captar ciudadanos extranjeros para su explotación en distintas campañas de trabajo.
Los responsables prometían a sus víctimas un trabajo digno y unas condiciones de vida prósperas en España. Una vez en el país, "aprovechaban su vulnerabilidad y su situación de necesidad para someterlos a durísimas condiciones laborales", señala el parte policial.
Traslados irregulares
Las investigaciones comenzaron durante en enero y febrero tras diversas inspecciones de trabajo realizadas en la localidad cordobesa de Palma del Río durante la recogida de la naranja.
Los agentes hablaron entonces con varios trabajadores que aseguraban estar sometidos a "interminables jornadas sin comida ni agua y cobrando cantidades muy por debajo de lo estipulado". A los explotados los trasladaban en grupos 15 desde una finca en coches para ocho personas "utilizando incluso el maletero para transportarlos"
Condiciones extremas
Durante los meses de verano, y bajo las altas temperaturas de la zona, trabajaban "en muchas ocasiones desde el mediodía hasta la puesta del sol, sin acceso ni siquiera a agua, por lo que algunos de ellos acababan sufriendo desvanecimientos, insolaciones o situaciones de deshidratación", relata la Policía Nacional.
La investigación reveló que los responsables era una organización formada por sudamericanos. Captaban a los trabajadores y una vez aquí los movían entre algunas de sus empresas situadas en distintas localidades de las provincias de Córdoba y Sevilla.
Fraude a la Seguridad Social
La banda estaba formada tanto por empresarios que utilizaban sus sociedades y por "manijeros" que estaban a pie de trabajo "imponiéndoles las condiciones laborales y lucrándose de esa situación".
Los detenidos daban de alta de manera fraudulenta a los trabajadores en la Seguridad Social para lograr beneficios y poder darlos de alta en las empresas que ellos controlaban. Su objetivo era demostrar a inspecciones de trabajo que todos sus empleados estaban en regla.
Registros
Por estos contratos se les acusa de defraudar a la Seguridad Social por generar futuras prestaciones sin tener los requisitos para poder trabajar". Por otra parte, el salario diario que ofrecían a sus trabajadores era "sensiblemente inferior al percibido por las tareas agrícolas".
La investigación permitió a los agentes registraron cuatro registros en Sevilla y Dos Hermanas. En dos entradas a los domicilios de los investigados y en la gestoría encargada de efectuar las altas, hallaron diversa documentación tanto en formato físico como digital.
Trata y esclavismo
Al entrar a una de las naves de la capital andaluza, descubrieron a varios de sus 52 trabajadores "hacinados" y en condiciones "extremas" e "infrahumanas", según el relato policial. En el local, de tres plantas, convivían más de 30 personas durmiendo en el suelo y sin apenas comida y con un solo aseo.
La Policía acusa a los detenidos de presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, falsedad documental, delitos contra la Seguridad Social, contra los derechos de los trabajadores, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y favorecimiento de la inmigración clandestina.