Noa: “Para vivir en paz en Israel debemos establecer un Estado palestino”
La cantante habla de cultura y política antes de su actuación en el Festival de Jazz del Palacio Real de Madrid
18 julio, 2021 00:00Apasionada por la buena música y por la excelencia, la cantante israelí Noa actuará el próximo 22 de julio en el festival Jazz Palacio Real. La reconocida artista interpretará algunos clásicos de la música con su inseparable guitarrista Gil Dor.
El dúo musical, después de 30 años juntos, decidió homenajear en su disco Afterallogy a 12 estándares del jazz, entre los que se encuentran temas tan conocidos como My funny valentine, Anything goes y Oh, Lord. Una exaltación a la música que llega tras su anterior álbum dedicado al compositor clásico Bach.
Cultura y política
La cantante eleva la cultura hasta niveles inalcanzables, ya que considera que sin ella "existir no tiene sentido". Sin embargo, no a cualquier precio. "Si un artista está pensando constantemente en cómo va a ganar dinero, el arte se queda en un lugar bajo [...] La cultura debe ser accesible para las personas", asegura.
Activista por la paz, Noa confía que el conflicto palestino se acabará arreglando ya que "la solución es fácil". Eso sí, "debemos mitigar a los extremistas a toda costa, empoderar a los moderados y abrazar el diálogo". La artista navega entre música, cultura y política en una conversación telefónica con Crónica Directo.
--Pregunta: Actuará en el Festival de Jazz del Palacio Real de Madrid. ¿Cómo se siente?
--Respuesta: Estoy muy feliz de estar actuando de nuevo en todas partes. De hecho, en Israel comenzamos un poco antes. Hice dos conciertos con la Orquesta Filarmónica de Israel, que fueron muy emocionantes, y uno en el Palau de la Música de Barcelona, uno de los espacios más bellos del mundo para mí. En esta gira de verano ya hice tres conciertos en España, pero no hay duda de que este concierto en Madrid es especial para mí. Es una ciudad increíble y la ubicación, el Palacio Real, es muy especial.
--¿Qué relación mantiene con España?
--España fue uno de los primeros países que nos acogió a mí y a Gil, mi guitarrista, y nuestra música. Hemos hecho muchos conciertos emocionantes y hermosos en este país. También trabajé con algunos artistas españoles maravillosos que realmente cambiaron mi conexión con España, como Serrat, Miguel Bosé y Joaquín Sabina. Para mí es un gran honor conocer a estos grandes artistas y a través de ellos también el idioma. Me encanta cantar en español, aunque no lo hablo.
--¿Está aprendiendo español?
--No. Porque soy muy mala estudiante. Necesito aprender las cosas a mi manera, no puedo seguir el sistema. Soy una aprendiz intuitiva. Tengo un problema con los sistemas formales, entonces no lo he estudiado formalmente, pero lo he estudiado mucho a mi manera, así que puedo hablar un poco y entender casi todo.
--¿Por qué el jazz es tan importante para usted?
--En primer lugar, crecí en Nueva York escuchando mucho jazz y me encantaba. También me gusta el concepto y la idea de la improvisación, que es básicamente composición espontánea, y me gusta la libertad que eso conlleva. Además, el jazz es un tipo de estilo que necesita excelencia. No puedes hacerlo si realmente no tocas bien el instrumento o si no estudias música. No es algo que puedas fingir. Hay buenos músicos de jazz y quizás otros que no lo son tanto, pero todos tienen un alto nivel de musicalidad. Yo conecto mucho con eso porque yo busco la excelencia en todo lo que hago.
Luego está el repertorio en sí, que me encanta. Las canciones que llamamos estándares de jazz. Hay muchas cosas que me conectan profundamente con esta música y cuando llegó el coronavirus, le dije a Gil Dor que era el momento de hacer el álbum de jazz del que habíamos hablado tanto durante unos 30 años.
--¿Por qué decidió rendir homenaje a los clásicos con su disco?
--Porque es importante recordar que existe música increíble en el mundo. A veces digo que estoy muy decepcionada con la raza humana porque hemos hecho un mundo desastroso y realmente hemos abusado de todos los increíbles regalos que nos han dado. Hemos abusado de la naturaleza y los unos de otros. Así que es bueno recordar que los seres humanos tienen algunas cualidades redentoras, y una de ellas es la increíble música que algunas personas han producido. Para mí es lo más parecido a una religión que puedo imaginar. Los clásicos están muy cerca de la divinidad y muchos de estos increíbles estándares de jazz también.
Ahora el mundo está lleno de cosas que no tienen nada detrás. Sin profundidad, sin sentido, sin originalidad. Por eso es importante arrojar luz sobre el tesoro musical que fue compartido por la humanidad. A mí me inspira mucho y espero que haga lo mismo con los demás.
--Es interesante que primero versione Bach en su disco, que es música clásica y en la música clásica no se improvisa, y luego interprete estándares de jazz, donde se improvisa todo el rato.
--De hecho, yo veo una gran conexión entre Bach y el jazz. En primer lugar, muchas de las piezas de Bach se escribieron como improvisación en estilo barroco, así que es interesante. En mi anterior álbum escribí letra a las piezas de Bach, y fue una locura porque realmente estaba expandiendo mi conciencia para hacer eso y acercarlo a la gente. Mi último disco nuevamente es excelencia musical, ese es el punto en común. Además, aunque sea jazz, en Afterallogy no improvisé mucho. Traté de ser realmente respetuosa con la canción y solo lo hice cuando sentí que mi improvisación mejoraría su significado. No usé las canciones como plataforma para la improvisación, sino que improvisé como plataforma para realzar la canción. Es una perspectiva un poco diferente.
--¿Por qué decidió grabar el disco solo con una guitarra?
--Durante el coronavirus nadie podía reunirse. Gil y yo somos una burbuja y además nos vacunaron muy pronto en Israel. Así que decidimos grabarlo nosotros mismos, sin técnicos. Creo que lo que hacemos es muy especial y no conozco a mucha gente que pueda hacer eso. Es realmente una escucha profunda entre nosotros y una conexión con cada frase en los sentidos del ritmo y la armonía. Es tan sincronizado que solo 30 años de carrera podrían producir eso. Este no es un álbum que pudiéramos hacer antes, necesitábamos tener ese tiempo para entender realmente la música, a nosotros mismos y a los demás, y es por eso que creo que este álbum es mágico, para escuchar con auriculares y sentir sus matices. Toca una parte diferente del alma. La magia que se produce en esa desnudez es tan intensa que cualquier cosa que añadas la quitaría. Por eso decidimos dejarlo así.
--Con los cambios en el consumo de música en la actualidad, ¿cree que el jazz está infravalorado?
--Creo que todo en cierta manera está infravalorado. Es realmente difícil para los jóvenes hoy en día separar entre algo de calidad y algo que es una imitación o simplemente una especie de espectáculo. Sin las profundidades, es difícil. Pero, por otro lado, hay mucho talento ahí fuera. Si realmente miras a tu alrededor y hurgas en las plataformas y en internet, descubres grandes cosas. Así que son las dos caras de la misma moneda. Por un lado, es difícil encontrar algo porque hay demasiadas cosas. Por otro lado, lo que descubres, nunca lo hubieras podido hallar en una época diferente. Entonces se habría perdido mucho arte o simplemente se habría quedado en casa. Es un mundo nuevo y extraño, pero también me gusta intentar encontrar los signos positivos en él.
--¿Cómo podemos hacer que la cultura gane prestigio?
--Creo que la mayoría de la gente entiende intuitivamente que una vida sin cultura sería muy gris, muy oscura. Hay una vieja historia china sobre un pobre que no tenía nada para comer, encontró una moneda y compró un cuenco de arroz y una flor. Su amigo, otro mendigo, le dijo, ¿estás loco? Si tenías suficiente dinero, ¿por qué no compraste dos tazones de arroz? Entonces, el hombre dijo: “El cuenco de arroz es para vivir y la flor es para crear vida”. Es una hermosa distinción. Y creo que muchas personas en el fondo de su corazón entienden que no se puede vivir solo de pan.
Existir no tiene sentido si no hay belleza, inspiración, creatividad y originalidad. Cosas que desafían tu conciencia y cosas que expanden tu identidad. Cosas que excitan tus sentidos y te elevan. La cultura nos eleva. Si un artista está pensando constantemente en cómo va a ganar dinero, el arte se queda en un lugar bajo. Cuando los teatros, la danza y la música son subvencionados por una organización cultural o un gobierno que comprende su valor, entonces puede ser valorado. La cultura debe ser accesible para las personas. Los precios de las entradas deben ser bajos. No puede costar 200 euros ir a un concierto. Eso es una locura. Y esta es una de las cosas maravillosas de internet.
--¿Por qué?
--Durante el coronavirus hice conciertos en casa y pude llegar a personas de África y Egipto. A veces me sorprendía cuando miraba los comentarios que recibía desde lugares de todo el mundo. Yo le pedí a la gente que pagara lo que pudiera. Algunas personas no pagaban nada porque no tenían nada. Otros aportaban un euro y una persona me dio mil euros. Esa persona tenía el dinero y quería subvencionar a los demás a los que no les iba tan bien. Hay muchas formas en que nosotros, como raza humana, podemos pensar cómo hacer que la cultura sea importante en nuestras vidas y en la vida de los demás. Tenemos que ser creativos y flexibles para cambiar con los tiempos.
-- Como activista por la paz. ¿Deben los artistas tomar posición sobre cuestiones políticas y sociales?
--Creo que es una decisión muy personal. No creo que tengamos que señalar y decir quién debería de hacerlo. Tu trabajo es ser un excelente artista y hacer el mejor arte que puedas. Luego, de vez en cuando, tendrás que lidiar con tu conciencia. Todos tienen que lidiar con ellos mismos cuando se miran al espejo. Y cada persona es como es. Yo soy muy activa políticamente, pero no todos los artistas pueden hacerlo.
--¿Le gustaría que lo fueran?
Mi deseo personal es que más artistas lo hagan, especialmente aquellos que tienen un gran altavoz y tienen la atención de la audiencia. Con toda la historia de Trump, muchos artistas salieron y hablaron en contra de él y de lo que estaba haciendo. Me alegró ver que artistas como Beyoncé, que tiene millones de seguidores, dijeran que eso no era lo correcto porque representaba cosas malas como racismo, misoginia, chauvinismo.
Luego fue elegido de todos modos. ¿Es esa una razón para dejar de decir lo que hay que decir? No, porque siempre tienes que defender tus valores, aunque los resultados no sean inmediatos. No puedes esperar una satisfacción instantánea, tienes que creer que el camino es lo más importante, la forma de vida que estás creando con tus opiniones. No creo que tengamos que obligar a los artistas a hablar, pero desearía que lo hicieran.
--¿Cree que hay alguna solución al conflicto palestino en este momento?
--La solución es muy sencilla, sinceramente. Es la creación de dos estados. Para vivir en paz en Israel debemos establecer un Estado palestino al lado. Siempre piensas que es imposible y que nunca sucederá, pero entonces pasan cosas que te hacen pensar que es posible y nos acercan. Durante el coronavirus, Netanyahu hizo las paces con los Emiratos. No son los palestinos, pero son árabes, países con los que no teníamos relaciones diplomáticas antes. Y muestra a muchos israelíes que quizás tienen mucho miedo de los árabes, que un árabe puede ser un amigo. Y eso hace que sea más fácil aceptar también a los palestinos como personas que pueden ser nuestros vecinos. Cada pequeña acción como esa cambia la mentalidad de las personas.
--¿Qué opina del nuevo gobierno de Israel?
--Estoy muy feliz por este cambio. Lo necesitábamos. Necesitábamos deshacernos de Netanyahu, que era una fuerza muy negativa en nuestro país, a quien se le acusó de soborno, fraude y abuso de confianza. Realmente es un hombre que trabajó con técnicas maquiavélicas y estaba proyectando una gran sombra sobre Israel. Ahora tenemos un nuevo gobierno. No es el gobierno de nuestros sueños porque también tenemos gente de derecha y personas que tienen ideas muy diferentes a las mías en el gobierno, pero también en este gobierno está la izquierda. Tienes progresistas, tienes el Movimiento Verde de Israel de personas que están trabajando juntas. Entienden que ahora mismo el pueblo de Israel necesita un gobierno estable que nos lleve a un lugar más humano. El problema palestino se puede resolver, pero necesitamos buena voluntad por ambas partes y, por supuesto, debemos evitar la violencia. Debemos mitigar a los extremistas a toda costa, empoderar a los moderados y abrazar el diálogo.