Malú: “La batalla más dura de mi carrera ha sido conmigo misma”

Malú ha librado mil batallas en sus 25 años de trayectoria. Con un alto nivel de exigencia durante toda su carrera, una lesión la hizo parar y enfocarse en sí misma. El pasado octubre de 2021, la cantante lanzó su último disco, Mil batallas, y regresó a los escenarios por todo lo alto. Su gira pasa por el Palau Sant Jordi de Barcelona este 30 de septiembre. Ahora la artista ha avanzado en exclusiva para Crónica Directo que trabaja en el lanzamiento del disco con el que celebrará su aniversario.

"La batalla que más me ha costado, la más dura y terrible, pero luego la más fácil, ha sido conmigo misma [...] No me permitía disfrutar de la vida ni de mi trabajo porque era presión constante [...] Quizás era una batalla necesaria en los primeros años de mi vida por la credibilidad, porque era una niña y encima mujer, y también por genética y por la familia de la que venía", ha expresado Malú en una llamada antes de su concierto.

--¿Cómo está viviendo la gira?

--Me lo estoy pasando mejor que en toda mi vida y estoy disfrutando del escenario como una loca. Creo que es un show redondo, una gira que no me apetece acabar porque me lo estoy pasando increíble con las canciones.

--¿Qué va a poder encontrar la gente en su concierto de Barcelona?

--Se lo van a pasar muy bien y es lo que a mí me satisface de los conciertos. Es un lugar donde trato de hacer que se olviden de todo lo que pasa fuera y se diviertan, que las canciones les recuerden momentos, les traigan al día de hoy y les lleven otra vez para atrás. Un viaje.

--¿Cuál es su momento del concierto favorito?

--Tenemos un momento muy bonito que es más acústico, a piano, que me encanta, pero luego también hay momentos súper épicos musicalmente.

--¿Cómo le acogen en Barcelona?

--Tocar en Barcelona siempre me ha gustado mucho porque es un público muy respetuoso que se entrega desde el primer minuto, pero a su vez saben cuándo tienen que parar y cuándo es el momento de sentir y aplaudir. Para mí es uno de los públicos más agradecidos y apetecibles para tocar.

--Dice que está siendo su gira favorita. ¿Qué ingredientes tiene?

--Ha cambiado la perspectiva. Hace cuatro años tuve una lesión, me operaron y frené la gira. Cuando todo parecía que iba a arrancar de nuevo, llegó la pandemia. Por primera vez en mi vida me vi obligada a parar y meterme en casa. Eso también ha hecho que bajara las revoluciones y ese nivel de exigencia y perfeccionismo que me hacía sufrir, en lugar de disfrutar, cada vez que subía al escenario. Era todo demasiado agobiante. Haber podido tomar perspectiva antes de subirme al escenario hace que disfrute como una enana.

--Siendo tan perfeccionista, ¿cómo da por acabado un disco o la preparación de una gira?

--Después de muchas vueltas y mucho estrés. En el caso de los discos, no los terminas nunca, los abandonas directamente [ríe]. En cuanto a la preparación del show, te piensas que está terminado, pero cuando llevas tres conciertos con público, te das cuenta de que eso era un inicio, que lo que queda por evolucionar es una barbaridad. Es lo que me ha pasado con esta gira. Cuando empezó pensaba que estaba perfecta, pero ahora ha ido evolucionando y es mucho más viva y dinámica.

La cantante Malú / CEDIDA (SALVA MUSTÉ)

--Después de estar tanto tiempo parada, ¿necesitó alguna preparación antes de comenzar?

--La verdad es que no, porque tenía muchas ganas. La energía estaba guardada en un potecito y ha explotado [ríe]. Quizá arrancar y poner el show en pie fue lo más complicado, recordar cómo se hacía y pensar cómo hacer que fuera diferente. Pero luego ya una vez me encaminé, todo fluía. Las ganas que tenía han podido con todo.

--¿No se olvida de actuar?

--Eso va en ti. Yo no he aprendido a subirme a un escenario o a cantar, es algo innato que vas perfeccionando con los años.

--¿Cómo consigue mantener su esencia después de tantos años?

--Trato de hacer la música como yo la siento, como a mí me gusta y como yo la vivo. Puedo evolucionar, pero me cuesta entrar en lugares que no conozco y no me siento cómoda.

--Entre los autores de sus canciones destacan nombres jóvenes como Julia Medina, Gonzalo Hermida y Yoly Saa. ¿Qué le aportan las nuevas generaciones?

--Son unos pedazos de autores y artistas que aportan su forma de vivir y de contar las cosas desde la nueva generación. Aporta mucha frescura a la hora de aprender, sentir y escuchar. Siempre me ha gustado también trabajar con autores menos conocidos porque lo que importa no es el nombre, sino la canción que estás recibiendo y cómo la quieres contar.

La cantante Malú en un concierto / EP

--¿Qué ingredientes tiene que tener una canción para que quiera interpretarla?

--No hay ingredientes, es poner la canción y que sientas algo que te diga que en base a eso quieres trabajar.

--Nos enfrentamos a tiempos de inmediatez, ¿cómo lo vive?

--Antes salía un disco y teníamos que esperar al día siguiente a que abriera la tienda para comprarlo. Tenía más liturgia. Ahora lo puedes tener al momento. Es alucinante. Ahora los dibujos animados duran tres minutos. ¿Dónde quedaron esos dibujos animados en los que podía poner una lavadora o hacerme un café? Yo he vivido muchos cambios en la industria, el cambio de cinta a CD, de CD a digital, la piratería… Se viven pequeñas crisis y es cuestión de adaptación. Yo tengo una forma de vivir, sentir la música y contar historias. Reducir demasiado esas historias para que quepan en un minuto de canción, dentro de lo que es mi forma de sentir la música, no entra. Esa inmediatez depende del tipo de música que hagas y cómo cuentes las cosas. En mi caso no es algo totalmente viable. Es viable adaptarse a los nuevos formatos, pero no cambiar la fórmula de contar esas historias. Al final somos millones de personas en el mundo y todos necesitamos de todo.

--¿Sobrevivirán los discos?

--A los discos no les auguro una vida muy larga por una cuestión de comodidad. Incluso comprarte un aparato reproductor de CD es complicado, ya no vienen ni en los coches. Lo que nos queda es comprarnos los discos en las plataformas y escucharlos de arriba abajo, que es como el artista quiere que lo escuches cuando lo lanza para que entiendas el concepto de lo que te ha querido contar.

--¿Cuál ha sido la batalla que más le ha costado de su carrera?

--La batalla que más me ha costado, la más dura y terrible, pero luego la más fácil, ha sido conmigo misma. Todo lo que comentábamos sobre el exceso y enfermedad de exigencia y perfeccionismo. No me permitía disfrutar de la vida ni de mi trabajo porque era presión constante. Cada día amanecía con el listón un poquito más alto y eso me generaba mucha angustia. En todo este parón en el que he podido dejar de ser Malú, la artista, y he convivido conmigo misma, es cuando me he dado cuenta de que era una batalla muy absurda. Quizás era una batalla necesaria en los primeros años de mi vida por la credibilidad, porque era una niña y encima mujer, y también por genética y por la familia de la que venía. Me metí en esa ola de exigencia y de perfeccionismo, pero vi que había llegado el momento y que me merecía disfrutar de lo que hacía.

La cantante Malú en un concierto / EP

--¿Por qué esa exigencia afecta más a las mujeres?

--Nos ponemos ese nivel de exigencia porque sabemos que no nos queda otra y que estamos en el punto de mira. Si queremos crecer y evolucionar en nuestros trabajos, tenemos que esforzarnos muchísimo más que los demás para que se den cuenta de que realmente eres buena. Y es un coñazo, hablando mal y pronto. Afecta a muchísimos sectores. Siempre que una mujer ha llegado a una buena posición se busca el porqué. No aceptan que haya llegado porque es buena. Todavía arrastramos y tenemos un arraigo importante con ese machismo. Creo que es una cuestión de que las próximas generaciones vengan con un arraigo mucho más feminista o, sobre todo, de igualdad, que es básicamente lo que queremos.

--¿En qué momento artístico se encuentra?

--Yo sigo sin parar porque no puedo. Ya estamos con un nuevo proyecto. Queremos celebrar estos 25 años de carrera, 25 años de Aprendiz. No sé cuándo va a salir porque ahora disfruto tanto las cosas que puede que celebre los 25 cuando ya lleve 30 años. Lo estoy preparando con muchas ganas y creo que va a ser algo muy bonito. Va a ser un disco.

--¿Cómo mantiene la ilusión?

--Es algo que viene en ti. Yo puedo tener un día terrible, pero me subo al escenario y es la mejor terapia. Hay momentos difíciles como en todas las profesiones y en la vida, pero realmente te das cuenta de que eso es lo que a ti te hace sentir, el oxígeno que te hace respirar.