Kiko Rivera se lo pasa en grande con su nueva musa

Kiko Rivera está de retiro espiritual. Una práctica que podría sonar a mística y relajante si no fuera porque se trata del hijo de Isabel Pantoja y porque está en un hotel a pie de playa en Matalascañas, acompañado por toda su cuadrilla de amigos. No cabe duda, Paquirrín parece haberse deshecho de la pena que le causó la muerte de su abuela.

El músico ha viajado hasta la costa de Huelva (Andalucía) para componer, o al menos, eso es lo que dice. Y es que mientras se empeña en mostrar el equipo que le acompaña, lo cierto es que el disyóquey esconde algo.

Una nueva infidelidad

Este mismo miércoles Sálvame ha dejado al descubierto la que podría ser una nueva infidelidad del marido de Irene Rosales. Y es que mientras la sevillana se queda al cargo de sus dos hijas en común, parece que su esposo encuentra la inspiración en el cuerpo de una mujer.

Como si de un gran artista se tratara, Kiko ha dado con su nueva musa. Así lo corroboran las imágenes emitidas por el programa de sobremesa en las que se ve al primo de Anabel Pantoja en actitud cariñosa con una mujer desconocida, que calzaba taconazo.

Una musa

De hecho, un testigo que se encontraba en la misma terraza del hotel va más allá al hablar de “acercamientos” entre Paquirrín y la fémina: “A medida que avanzaba la noche había más acercamientos de ella a él, pero a él no se le veía para nada incomodo”, ha asegurado el joven. Así las cosas, los rumores de divorcio planean una vez más con fuerza sobre la pareja que forman Kiko e Irene.

Por si fuera poco, según ha desvelado Belén Esteban, en las últimas horas, un hermano de la sevillana se habría puesto en contacto con el programa para airear todos los feos que le ha hecho en los últimos meses el disyóquey a su mujer. Una situación insostenible y ante la cual Rosales ya habría tomado una decisión.