Gonzalo Hermida / GALA ESPÍN (CG)

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Gonzalo Hermida, sobre el Benidorm Fest: “Ya lo viví y ahora voy a por lo siguiente”

El cantante presenta 'Que viva la vida' y desvela si volvería a participar en el concurso que escoge al representante español en Eurovisión

28 noviembre, 2022 00:00

El nombre de Gonzalo Hermida lleva sonando en la industria musical desde hace años. A pesar de que su carrera como intérprete se impulsó tras el Benidorm Fest, el compositor está detrás de temas de grandes artistas, como Cenizas de Malú y El arte de vivir de Antonio José. Tras quedar finalista en el concurso que escoge al representante español en Eurovisión con Quién lo diría, inicia el camino hacia un disco con Que viva la vida.

En un canto a favor de la existencia, Hermida desvela cómo será su próximo álbum y hace balance de la exposición mediática tras pasar por Benidorm. "Fue muy complicado gestionar la emoción de subir, sentir que tu canción ahora se está escuchando por todos lados, que te hacen críticas y análisis, que uno dice que tu canción es una mierda y el otro dice que es increíblemente maravillosa. Yo intenté no involucrarme, no entrar emocionalmente", confiesa en un encuentro en las instalaciones de Crónica Directo.

--Pregunta: Su último sencillo es ‘Que viva la vida’. ¿Cómo surgió?

--Respuesta: Es una canción que escribí para otro artista para el que he estado trabajando y ha sido la primera vez que me he respetado a mí mismo como intérprete. Volviendo del estudio a las ocho de la mañana, me acuerdo de decirme a mí mismo: “Esta canción me la quedo yo”. 

--Llega en un buen momento en su vida…

--La canción es una continuación de todo el trabajo que llevamos haciendo nosotros durante estos tres años trabajando con pico y pala. Es una forma de asentarme y un punto de encuentro conmigo mismo también. A nivel sonido, es el que yo quiero y lo he encontrado por fin. Soy muy camaleón, me meto mucho en la piel de otros artistas, y siempre he estado como muy perdido. Esto es un nexo con el disco, con el sonido que quiero y al que debo serle fiel.

--¿Qué quería transmitirle a la gente?

--La canción tiene el balance entre la simpleza de un “que viva la vida”, lo simple que es decirlo, y la complejidad que tiene también, porque realmente no es tan fácil vivir la vida que uno quiere. Me pareció bonito poder decir eso quitándome de encima al compositor exigente que yo soy. Quizás nunca hubiese dicho en un estribillo “que viva la vida”, con su simpleza. Pero a la vez supe verle la otra parte, que era la complejidad que tiene la frase.

--¿Para usted es compleja?

--Tengo la suerte de que vivo como yo quiero y por eso quizás puedo decirlo con facilidad, pero me parece que es un mensaje positivo y de autoayuda. Lo importante de esto es que tú estés enamorado de ti y también de la gente que te rodea que forma parte de ti.

--¿Cómo será el disco?

--Son dos partes. De hecho, el disco iba a ser un EP de siete temas, y de repente empezaron a salir canciones. Me reuní con el equipo y les dije que en lugar de un EP quería un disco. Empezamos a producirlo y, de momento, se ha convertido en un álbum de 14 canciones, pero no sé si seguiré añadiendo canciones. Esto hay que abandonarlo ya. Eso lo decía Paco de Lucía: “Los discos se abandonan, no se terminan”. Estoy volviéndome loco, necesito estar tranquilo, tener los temas guardados e ir trabajando. 

Gonzalo Hermida / GALA ESPÍN (CG)

Gonzalo Hermida / GALA ESPÍN (CG)

--¿Qué prepara a nivel de sonido?

--Natural fue el primer disco que hice, era un batiburrillo de cosas y cada canción es un mundo y una pérdida total de un artista que busca encontrarse. En Ignífugo tengo un sonido más peculiar y me encuentro un poco más. Y ahora en este disco yo creo que ya me he acabado de encontrar. Tiene una mezcla entre orgánico y programaciones, pero basándome en el peso de una banda. Y es verdad que también mantiene la esencia de temas latinos como Esmeralda.

--¿Cómo vive la vida?

--Vivo la vida que quiero todos los días. Siempre digo que, si mañana me dijeran que se acaba mi vida, estaría feliz. He vivido una vida maravillosa en 27 años, he sido el hombre más feliz del mundo y un tipo neutral, no he hecho ni el bien ni el mal y no he molestado a nadie. Todos los días, desde que me levanto hasta que me acuesto, me esfuerzo por vivir como quiero, siempre siendo fiel a mí mismo y sin fallarme.

--¿Ha sido duro hacerse un hueco en la industria?

--Nunca ha sido una cuestión de peso y no ha sido nada que me arrastre. Al revés, he vivido el camino. Llevo muchos años intentándolo, pero es una realidad y algo que tengo que vivir. De hecho, llevo nueve años ganándome la vida con la música, componiendo canciones para otros artistas, produciendo discos de gente a la que admiro y dando conciertos. Aunque parezca que uno por luchar por su música busca una meta, la meta es esta.

--Lorena Gómez dijo en una entrevista con 'Crónica Directo' que no todo el mundo tiene que ganar un Grammy o llenar el Wizink.

--Yo no sueño con el Wizink, ahí no está mi foco. Me veo tocando en el Gran Teatro Falla en Cádiz o en un teatro en Madrid con la gente que se sepa las canciones del disco. Pero eso ha pasado ya en esta gira. A veces parece que se relaciona música con fama o éxito. No nos equivoquemos; no tiene por qué ser la meta.

--¿Cómo vive las giras?

--A mí me agobia hacer más de dos conciertos en una semana. Este año hemos dado hasta cinco conciertos seguidos y eso me agotó. Vi que no quería hacerlo y que no me hacía feliz. Quiero estar en el estudio componiendo música durante la semana, produciendo discos, haciendo canciones a las tantas de la madrugada y saber que el viernes y el sábado voy a tocar. Cuando haces tantos conciertos seguidos, el último día ya no es lo mismo, llegas cansado y con otras cosas en la cabeza. Mi meta es hacer esos dos conciertos buenos, tocar bien y con energía. Es como una relación de pareja en la que te pasas todo el día encerrado: al final eso explota. Tenemos que vernos, darnos amor cuando estamos juntos, y luego cada uno su espacio. Yo necesito ese espacio y ese impulso con el público.

--Tiene que ser una relación sana.

--¿Por qué tengo que estar yo sufriendo? ¿Por qué tengo que dar un concierto si no tengo voz? No tengo que ir a salvar nada, tengo que ir a disfrutar, a tocar y venderle al público mi movida como se merece. Nuestra garganta no deja de ser un músculo que se cansa. 

Gonzalo Hermida / GALA ESPÍN (CG)

Gonzalo Hermida / GALA ESPÍN (CG)

--Se va a cumplir un año del Benidorm Fest. ¿Cómo se enfrentó a la exposición?

--Nos dieron a todos por todos lados, pero aprendimos muchas cosas. No nos imaginábamos lo que iba a pasar y nadie sabía qué era. ¿Cómo lo viví? Con una energía y unas ganas increíbles. ¿Cómo lo gestioné? Muy difícil. Fue muy complicado gestionar la emoción de subir, sentir que tu canción ahora se está escuchando por todos lados, que te hacen críticas y análisis, que uno dice que tu canción es una mierda y el otro dice que es increíblemente maravillosa. Yo intenté no involucrarme, no entrar emocionalmente. También fue la primera vez que me expuse a algo tan grande como intérprete, pero fue maravilloso. No pude cantarla en directo, pero me vino bien porque luego vendí un montón de entradas porque la gente quería escucharla en vivo [ríe].

--No hay mal que por bien no venga…

--Algo bueno tenía que sacar. Cuando cogí el Covid, me puse a llorar de impotencia, y luego me puse a reír porque no me parecía real. Y justo cuando terminé de reírme, me acuerdo de que me entró un bajón muy gordo que ni veía. Toda la tensión que tenía en el cuerpo por la actuación, por hacerlo bien, por no fallarme, se fue. Y para colmo, vamos y pasamos a la final. La vida no me puede regalar cosas más bonitas, qué vamos a hacerle. Luego Quién lo diría me ha llevado a unos sitios maravillosos y Pablo Alborán me llamó para cantarla en directo.

--¿Volvería a presentarse otro año?

--Todo lo que empieza tiene un final. Si se hace bien, tiene una continuidad y tiene un eco. Yo siempre seguiré vinculado al Benidorm Fest. De hecho, sigo currando con ellos, me siguen llamando, sigo yendo a eventos y seguiré haciéndolo porque estoy orgulloso de lo que pasó ahí y me han ayudado mucho. Pero, por ejemplo, en mi caso, era momento de darle lugar a otra gente y a otros artistas que merecen lo mismo que yo tuve. Solo me queda animarlo, apoyarlo, verlo y disfrutarlo, y allí estaré para lo que necesiten. Yo soy mucho de cerrar etapas, ya lo viví y ahora voy a por lo siguiente.

--También puede presentarse como compositor.

--Este año no me ha dado tiempo y no he enviado ninguna canción, pero seguro que el año que viene si me coge con más tiempo, seguro que escribo algo.

--¿En qué trabajará en los próximos meses?

--El 2 de diciembre sale una canción que se llama Tus latidos, que va a ser la sintonía de la Vuelta Ciclista de Andalucía. Yo era ciclista y tengo compañeros que están corriendo en esa vuelta. El disco saldrá seguramente después del verano, en septiembre u octubre del año que viene, porque ahora mismo la fórmula que hay es esa. Conciertos ahora mismo no puedo hacer ni mentalmente ni emocionalmente. Haremos acústicos porque necesito también el contacto del público, pero cuando salga a tocar quiero hacer buenos conciertos y programarlos con mucho tiempo, queremos intentar formalizar más el sonido e ir con banda a todos los sitios. Ahora lo que tengo que hacer es centrarme, sacarlo bien y disfrutar.

--Y abandonar el disco…

--Sí. Todo son inseguridades, miedos y dudas que yo necesito tener para que eso se formalice. Donde no hay duda, luego no hay seguridad. Es necesaria una inseguridad para luego saber qué es la seguridad. A mi equipo siempre le meto mucha presión para que ellos también lleguen a los límites y saber por dónde hay que caminar.