Coco Comín: "Operación Triunfo me horroriza"
La directora de teatro presenta el próximo 19 de octubre su segunda versión de 'Fama, el Musical' en el Teatro Apolo de Barcelona
9 septiembre, 2021 22:10Coco Comín es la definición de la danza: profesora, coreógrafa y directora de teatro musical. Con tan solo 19 años, fundó su propia escuela de danza y comedia musical, la Escuela Coco Comín, y desde entonces ha sido imparable. Obras de gran éxito, como Chicago (1996) o Grease, el Musical (2011) han pasado por sus manos y por sus pies.
A parte de dirigir, coreografiar y producir obras de gran envergadura, también ha pasado por el cine, la publicidad y la televisión. Y ahora, con 65 años, asume la dirección artística de una nueva versión del afamado musical Fama, galardonado con dos premios Óscar, un Globo de Oro y un Grammy.
Nueva versión de 'Fama'
La coreógrafa se encuentra inmersa en el próximo estreno de Fama, el Musical, que verá la luz por primera vez el 19 de octubre en el Teatro Apolo de Barcelona. Después de su gran éxito en 2004, Coco se vuelve a poner al frente de esta producción que tantas adaptaciones ha tenido.
Aunque esta versión será completamente nueva en cuanto a la adaptación del texto original, arreglos musicales y orquestación, coreografía, elenco, diseño de vestuario e iluminación, mantiene la esencia de un espectáculo que ha atraído al teatro a varias generaciones. “Fama es Fama. Es el musical de los musicales”: con este eslogan, la coreógrafa explica a Crónica Directo la última aventura en la que está embarcada.
--Pregunta: ¿Cómo surgió la idea de volver a hacer Fama, el Musical después de su gran estreno en 2004?
--Respuesta: Ha sido la misma aventura. Yo ya me lo había quitado de la cabeza, pensaba que nunca más volvería a hacer Fama, pero un día me llamó Pablo Salinas, el productor musical, y me preguntó si quería volver a hacerlo. Entonces le dije que sí, que estaba encantada y que me hubiera dado mucha rabia que lo hubiese hecho otra persona, porque Fama era medio mío. Cuando en 2004-2005 estrenamos Fama por primera vez, era complicado encontrar actores y actrices que pudieran hacer de todo. Ahora das una patada en el suelo y sale un talento en España brutal y aquí lo tenemos y vamos a demostrar que eso es cierto.
--¿Cómo ha sido el proceso de casting?
--El casting ha sido muy complicado, pero tenemos una materia prima fantástica, con 33 personas encima del escenario y 90 en total. Estuvimos más de un mes y veíamos un promedio de 100 personas diarias. Primero se busca talento, a ver quién canta mejor, quién baila mejor..., y una vez tienes 200 personas con talento encima de la mesa, vas adjudicando personajes: quién se ajusta a cada una de las descripciones que nos vienen ya dadas en el libreto.
--¿Cómo se crea el elenco perfecto?
--Lo más importante es consolidar el dream team; eso quiere decir que entre ellos tienen que empastar. Entonces, vas descartando y poco a poco hay menos actores en el banquillo. Es igual que en un equipo de fútbol: ¿a quién fichas?, pues en este caso no es al más caro, sino al mejor.
--¿Qué diferencias hay entre este espectáculo y la versión original?
--El público verá el Fama que espera ver. Un Fama nostálgico, un Fama que está ubicado entre 1980 y 1984, y eso es inamovible por los derechos y el guión. Técnicamente las cosas han evolucionado mucho: los aparatos de música son multifuncionales, los directores musicales ya han hecho muchos musicales, las escenografías también son más resolutivas, puedes darles los acabados que quieras… Todo eso hace que Fama suba unos escalones que tú no ves, que son invisibles, pero que se capta, porque hay mucha más energía. Pero se dice tal cual lo que el público espera escuchar, sus frases míticas, se baila al estilo de los años ochenta y, sobre todo, se visten con el mismo estilo.
--A nivel personal, ¿qué ha supuesto volver a hacer Fama después de tantos años?
--Lo he afrontado con muchísima más ilusión de lo que hubiera pensado al hacer por segunda vez un musical. Yo siempre he dicho que no me gusta hacer otra vez lo mismo que ya he hecho, que siempre miro hacia el futuro y hacia adelante. Pero en el momento en que me propusieron volver a encargarme de Fama, algo se me removió por dentro. Pensé “si se va a hacer, cómo no voy a hacerlo yo, si es mi hijo”.
--¿Considera que los musicales vuelven a estar de moda?
--No es que no estuvieran de moda en España, es que no teníamos capacidad para hacerlos. Hemos tenido que aprender cómo se hace, a tener capacidad económica para hacerlo, porque exige mucha inversión, pero poquito a poco todo esto ha ido disminuyendo y hemos ido aprendiendo. Entonces, no es una moda, sino que es una puesta al día. Lo que hemos hecho ha sido globalizarnos con el resto del mundo. Nuestro género autóctono era la zarzuela o el flamenco y en eso sí que somos imparables. Pero ahora también hacemos musicales anglosajones y también salimos bien parados.
--¿Se ha retrasado el musical por las restricciones del Covid?
--Los productores llevan desde el año 2018 intentando reiniciar Fama, porque ya habían vuelto a adquirir los derechos, pero los castings quedaron cortados por la pandemia. Y ahora este año, agotando el periodo de permisos y de los derechos que caducan, se ha vuelto a montar y esta vez ha sido cuando yo he entrado y se ha hecho todo seguido. Los castings los hemos hecho todos con mascarilla de uno en uno. Una vez en el escenario, se la podían quitar y después de cada actuación desinfectábamos la sala. Ha sido complicado, pero nuestra voluntad ha hecho que haya salido adelante.
--¿Qué es lo que más le ha entusiasmado de coreografiar durante su carrera: teatro, televisión o cine?
--Son medios diferentes y cada uno tiene sus pros y sus contras, pero lo que más me gusta es el teatro. Es donde está la verdad porque no hay vuelta atrás, no puedes abortar el alzamiento. El cine es muy pesado de horarios, de repeticiones, de esperas, de poco lucimiento. Es un poco desagradecido. Con los spots publicitarios, disfruté mucho en la época en que fui la coreógrafa de las Burbujas Freixenet y trabajé con actores internacionales. En televisión, todo lo que son apariciones de jurados, como en Operación Triunfo, me horroriza. Estos talent shows están llenos de mentiras, no es verdad nada, ni quién gana ni quién pierde. Son imposiciones de las direcciones de los programas porque interesa más uno que otro.
--¿Cómo fue su experiencia en Operación Triunfo?
--Cuando yo fui jurado de Operación Triunfo, tuve que eliminar a Pablo López. Me tocó hacerlo y yo no quería. Estas elecciones te las mandan porque te dicen “tú hoy eliminas a este y Risto hoy elimina a este” antes de ver la actuación. Por eso no me gusta nada. Yo, como maestra, pienso que no tiene ningún sentido. Cuando tuve que eliminar a Pablo López no tenía argumentos para decir que lo había hecho mal, porque lo hizo perfecto.
--¿Volvería a repetir la experiencia?
--Nunca volvería a hacerlo si por mí fuera, porque no volví a casa contenta. Lo que yo sí elegía eran las palabras, cómo lo decía, cómo me dirigía a ellos, pero no el resultado. Si vas allí a hacer un papel, como otros compañeros míos de la mesa, tu conciencia puede estar tranquila. Pero yo no iba a hacer un papel, yo iba a ser honesta y no podía. Fue una total decepción.
--¿Cuáles son sus planes de futuro?
--Estábamos a media preparación del musical sobre Lola Flores, que se vio interrumpido por la pandemia. Mientras tanto se me ha colado Fama, pero una vez lo termine, volvemos a emprender este musical. Ya he escrito todo el guión y se ha contrastado con Rosario y su familia. Será un musical diferente que también me apetece mucho porque es del mundo del flamenco y de la copla. Además de que es algo diferente a lo que estoy acostumbrada.