Brays Efe apuesta por el 'cine caliente'
El actor participa de una experiencia única cinematográfica-performativa en los Veranos de la Villa de Madrid
6 agosto, 2022 00:00Brays Efe (Las Palmas de Gran Canaria, 1988) es un actor amado por muchos y aun así reconoce que él nunca tuvo como objetivo acabar en esto. Estudió comunicación audiovisual porque le gustaba el cine y quería contar historias, poco esperaba que las protagonizaría.
Ahora, por un día va a hacer un poco de cada. Este 9 de agosto se acerca a los Veranos de la Villa, en Madrid, para participar del Cine caliente, una propuesta que mezcla la performance con el visionado de una película. En este caso, él ha elegido Kika, de Pedro Almodóvar.
Brays y Almodóvar
El intérprete asegura que el director de Volver le abrió la puerta al mundo queer, como a muchas otras personas de este país. Sabe que algunas escenas de sus filmes iniciales pueden ser controvertidas a ojos de hoy, claro que este martes está dispuesto a destripar la película, comentarla e incluso pararla. Una experiencia que promete y que suma en su haber.
En pleno rodaje de la segunda temporada de Por H o por B, el protagonista de Paquita Salas atiende a Crónica Directo para hablar de este cine caliente, cómo llegó a la interpretación y sus proyectos.
Paquita Salas
¿Cuarta temporada de Paquita Salas? "Lo digo siempre, si depende de mí, yo haría una nueva temporada, pero no depende solo de mi". Recuerda que Javier Calvo y Javier Ambrossi están centrados en un nuevo proyecto, pero desliza que, "cuando acaben eso, quizás en algún momento, puede existir la posibilidad" de hacerla de nuevo. Efe subraya que "no hay nada cerrado ni firmado ni fijo ni nada". "Paquita es una serie que la hemos hecho entre amigos y creo que el objetivo es seguir haciéndola así y para eso debe haber un hueco. Todos estamos haciendo muchas cosas", sentencia.
No solo los Javis, él ha participado en la nueva película de Cesc Gay rodada en Barcelona, Historias para no contar, que se estrena el 28 de octubre y que este septiembre viaja al Festival de Toronto. De hecho, él ya ha grabado internacionalmente, concretamente en México, donde ha rodado Misión: Peligroso. Un no parar.
--Pregunta: ¿Qué se van a encontrar los espectadores que asistan al 'cine caliente'?
--Respuesta: Cine caliente es una propuesta de Veranos de la Villa, de la que había oído hablar el año pasado, pero no tuve la oportunidad de ir. Este año me lo ofrecieron desde La Juan Gallery, una galería especializada en performances a las que había ido en varias ocasiones. Me dijeron que se podía elegir una película e intervenir en ella, comentarla en directo. De hecho, hay quien le llama cine-performance, como cuando uno va a ver The Rocky Horror Picture Show y se hace un espectáculo mientras se ve la película. Aquí haremos lo mismo. No comentamos la película como si fuera la primera vez, mejor traerla vista desde casa porque aquí nos vamos a dedicar a destriparla, hablar sobre ella, comentar los detalles, hablar por encima, pararla. Y lo haré con Red Silver, que pondrá la música y la intervendrá. Es un experimento para mí también, porque es mi primera vez.
--¿Por qué 'Kika'?
--Porque me encanta, punto número uno. También sentía que Kika es comentable y se adapta a este formato a todos los niveles. Es una película llena de ropa increíble con los diseños de Jean Paul Gaultier para Victoria Abril, de cosas curiosas, con Anabel Alonso y, ya para empezar, Verónica Forqué, que para mí, ahora que estoy trabajando aquí en verano, es una imagen de Madrid brutal y es una manera de celebrarla a ella en una de mis películas favoritas.
--¿Qué significan 'Kika' y Almodóvar para usted?
--Para cualquier persona que le guste el cine y viva en España Almodóvar es uno de los nombres clave de nuestro cine, dentro y fuera del país. Es un director que ha llegado a todos los sitios y tiene relevancia a nivel mundial en la historia del cine. A eso se suma la importancia sentimental que tiene para muchas personas de mi generación, previas y posteriores. Uno de mis primeros encuentros con personajes queer en pantalla fue con La ley del deseo, una película que me marcó como adolescente. He visto todas sus películas y las veo varias veces. Frases suyas están ya dentro de mi vocabulario y de mis amigos, pero hablo también de otra mucha gente cuando digo esto.
--¿Cree, por eso, que se podrían volver a hacer?
--Cada época tiene unos códigos y no sé si se podría hacer otra igual a las que hacía Almodóvar en los 80. Me gustaría ver si algún director sería capaz. Almodóvar ya no hace las películas que hacía en los 80 y me parece normal. Muchas veces se preguntan si se podrían hacer los mismos chistes de mujeres maltratadas de Pepi, Luci, Bom... pero el humor en Almodóvar es completamente de contexto. Y has de verlo en el contexto de la película, como sucede con algunos chistes. Yo cuando veo Kika, por ejemplo, no me parece desactualizada. Al contrario, me parece una película valiente, que analiza la telerrealidad ya en el 94, de las tertulias televisivas extremas, de nuestra obsesión ahora mismo por los true crimes, eso es Kika. Tiene esa parte de novela negra con la comedia almodovariana, cuya protagonista es una maquilladora tiernísima. La escena de la violación, por ejemplo, que tiene un punto cómico, crearía mucha polémica fuera de contexto. El martes lo comprobaré y preguntaré al público, pero es una violación que se usa para contar una historia, de forma inteligente. Almodóvar las cosas más importantes te las cuenta en medio de otras que quizá no lo son tanto.
--¿Le gustaría formar parte de una película de Almodóvar?
--Obviamente, me encantaría estar en una película de Almodóvar, ¿a quién no? Para mí sería una cosa loquísima.
--Ya que nos ha comentado que está trabajando en Madrid, ¿en qué?
--Estoy acabando de rodar la segunda temporada de Por H o por B y ensayo para la película Golem dirigida por los Burnin' Percebes, una comedia fantástica con muy buena pinta.
--¿Lleva ya muchos años sin parar? ¿Cómo vive este éxito?
--Bueno, es una frase hecha porque he parado un año como todo el mundo (bromea). La verdad es que estoy muy contento. Yo siento que siempre hay que estar haciendo cosas, no dar nada por sentado. Y en eso me encuentro, trabajando mucho. Acabo de volver de México hace tres meses donde rodé una serie que se llama Tengo que morir todas las noches, la adaptación de un libro queer, de un autor impresionante que se llama Guillermo Osorno, que narra la historia de una de las primeras discotecas gais de México, Nueve, en los años 80. Es muy apasionante. No me quejo.
--Pero usted venía de la comunicación audiovisual, ¿cómo fue ese salto a la interpretación?
--No es algo que yo hubiera previsto que acabaría haciendo. Siempre me ha gustado el cine, contar historias, escribir y estudié comunicación audiovisual por eso. La interpretación llegó por casualidad. Al principio, cuando escribes y diriges unas cosas, colaboraba en trabajos de algunos amigos y una de ellos, Manuela Burló Moreno, la creadora de Por H o por B, me llamó para su primera película, que fue la más canónica que tuve entonces. Y desde entonces para mí todo ha sido progresivo. Uno o dos años después fue Paquita Salas, después tuve unos papeles episódicos en televisión, luego más grandes. He estado en Tu cara me suena, he presentado un programa de postres, he hecho teatro... He hecho un poco de todo porque me han llamado y me ha interesado. Y al final, como tampoco era un objetivo que marqué aunque disfruto muchísimo, no tengo esa presión de que sea algo que no pueda fallarme. Eso me permite disfrutarlo y hacer otras cosas.
--En ese sentido, como diría Paquita Salas, ¿se siente una actriz 360?
--[Ríe] No lo sé. Siempre sería bajo el baremo de Paquita Salas y es muy selectiva con eso. No sé yo. Ya fui a un casting con Paquita para Netflix y no me eligió, así que no le debí parecer muy 360, lo que no quita que lo sea [bromea].
--Y como estudiante de comunicación audiovisual y amante del cine y de escribir, ¿le gustaría dirigir una película?
--Es algo que no lo descarto y a la vez no estoy en ello ahora mismo. No tengo muchos planes decididos y no creo que tengamos que hacer muchos.
--¿Lo dice porque el sector no lo ve estable o porque no se siente todavía afianzado en el sector?
--Yo me siento que estoy empezando, no llevo mucho tiempo tampoco. Esta es una profesión superinestable y lo sabes desde el principio. Has de estar preparado. Tiene que ser parte de tu trabajo mentalizarte y saber que vas a tener que convivir con el rechazo, con no trabajar durante un tiempo y estar satisfecho con tus decisiones, oportunidades y trabajar para ella.
--Supongo que esa exposición y convivir con el rechazo y las críticas no debe ser fácil. ¿Cómo se enfrenta a ellas, si es que se ha visto muy expuesto a las críticas?
--Yo he tenido mucha suerte porque en redes sociales por lo general recibo el cariño de la gente. Además las uso en la medida que me hacen sentirme cómodo. Hay momentos en los que estoy más presente porque me siento preparado y me apetece y otros en que estoy más ausente porque estoy a otras cosas o siento que no me viene bien en ese momento. Alguien dijo alguna vez que entrar o contar algo en Twitter es como cenar en un manicomio, todo puede salir bien pero quizás alguien te lance una mierda a la cara mientras estás comiendo [ríe]. Pero incluso en esos momentos, pienso que Twitter es lo que es, un lugar en el que cualquier persona puede decir lo que quiera y no sé si es el lugar en el que quieres estar todo el rato.