Las T de Teatre están de vuelta. Y están las cuatro juntas en una misma obra, cuando hacía casi una década que no pasaban. Además, en un montaje que lo consideran “un regreso a los orígenes”.
La dona fantasma tiene monólogos individuales, como su primera obra, y detrás está un dramaturgo argentino, Mariano Tenconi Blanco. Y ya van tres.
Estrenos y proyectos
Una vez más, estas cuatro actrices todoterreno también logran hacer reír al espectador cuando las historias que cuentan son trágicas o tienen muchos componentes dramáticos. Eso es lo que les gusta. Forma parte de su sello. Aunque reconocen que la gente sigue yendo al teatro para reírse con ellas.
Jet lag ha dejado un poso. Es imposible no hablar de ello. De todas formas, esta vez, está un poco más justificado: tienen una serie bajo el brazo. Lo curioso es que todavía no tienen quién se la compren. Por mucho que parece increíble, es así.
Crónica Directo habla con la actriz Carme Pla, una de las componentes de la compañía para hablar de su nueva obra (en cartel en el Romea de Barcelona), la compañía, sus crisis y el futuro (muy prometedor).
- Vuelven a estar juntas en un espectáculo tras casi una década de hacer cada una sus proyectos. Encontrándose cada tanto…
- Y, después de diez años, volvemos a hacerlo solas, aunque no exactamente porque hay dos músicos. Decimos que es un poco como volver los orígenes, cuando hacíamos Petits contes misògins, que eran también como monólogos. Porque aquí comienza con cuatro monólogos de unas maestras de los años 70, una de ellas que ve fantasmas, y luego una escena en la que estamos las cuatro fantasmas, unas actrices poco antes de empezar una obra que no pueden estrenar.
- Queda muy metateatral.
- Salió sin pedírselo a Tenconi. El de alguna manera nos ha hecho un homenaje, porque esa escena final no deja de ser un homenaje al teatro, a las actrices. Y eso tiene su poso.
- Ya que habla de Tenconi. ¿Qué relación tiene con los dramaturgos argentinos? Porque ya van varios
- Sí, la verdad es que ya es el tercer argentino con el que trabajamos: Daulte, Zorzoli y Tenconi. No sé. Nos gusta mucho el teatro de allí, porque hay mucho, hay muy buenos actores y actrices, mucha vida cultural, mucha vida de teatro. Yo no sí se les influye la economía, porque están tan jodidos, que inventan mucho. Y suele pasar, porque cuando las cosas van mal, surge mucho la creatividad. Y cuando nos acomodamos…
- En cualquier caso. En todos estos casos, como con los demás. Hay una esencia de las T de Teatre que se mantiene. ¿Qué diría que es? ¿La esencia de cuatro actrices en escena?
- Una parte sí. Además, sino nosotras darnos cuenta, la gente nos dice que hay como un ensamblaje fruto de 32 años de trabajar juntas. Somos como familia, y supongo que esto se ve, es inevitable que se vea. Por otro lado, no sé si pusiéramos un texto muy diferente y hecho una manera muy distinta de hacer chocaría.
- Esa es otra, a pesar de trabajar con dramaturgos distintos, hay algo común. Una comedia con toques amargos, muy amargos. ¿Piden eso en los textos?
- No lo hacemos expresamente, pero supongo que tampoco pedimos algo blanco 100%. Nos gusta siempre que haya un poquito de chicha. Tal vez no es consciente, pero sí que nos gusta hablar de cosas importantes.
- En esta aparece la salud mental, la represión, la educación cultural. ¿Piden temas así? ¿De actualidad?
- No, la verdad es que hicimos algunas reuniones con él por Zoom. Luego hizo una estadía con nosotras aquí, probamos el texto que tenía para probarnos y después escribió el texto definitivo. Él salió con esa cosa de los años 70 y de esos casos concretos, pero nosotros no le pedimos esto.
- Y ¿por qué, si son cuatro, es ‘La mujer fantasma’ y no las mujeres?
- Mira, esto nunca nos lo habían ni habíamos preguntado. No te lo sé decir.
- ¿Es por el fantasma de Margarida Xirgu que se supone que está en el Romea y que mencionan?
- Bueno, ahora que lo dices esto, sí, en la última escena si hablamos de ese fantasma del teatro. Igual es esa.
- ¿Se les ha aparecido?
- A mí, concretamente, no. O no me he dado cuenta.
- Vamos ahora a los temas. Uno de ellos es la autocensura, la censura. ¿Es un buen momento para la comedia? Ustedes hablan de salud mental, por ejemplo.
- Lo nuestro está contado de una manera que yo dudo que alguien se pueda ofender. Todo depende de cómo se hable y se enfoque.
- Otro tema es la educación de unas mujeres. ¿Cómo ha afectado esa educación recibida?
- Bueno, aquí se muestra como Marta, que ha dejado su marido porque se ha ido con otra, pero quiere volver. El personaje de Ágata es una profesora a la que le gusta una compañera y lo niega o se desdice. Se ve como era esa educación. Y no quiere decir que no ocurra hoy en día, quizás todavía pasa.
- ¿Ustedes han tenido problemas de algún tipo en este mundo por ser mujeres?
- La verdad que no.
- Y teniendo en cuenta que las parejas y grupos cómicos se suelen separar. ¿Cuál es su secreto para seguir juntas?
- Varias cosas. Una es que por ahora hemos hecho siempre cosas distintas, que nos ha gustado experimentar de alguna manera. En esto hemos estado de acuerdo todas: en las ganas de probar cosas nuevas. Otra, es estas relaciones abiertas que tenemos, que todas podamos trabajar con otra gente y que nos lo podemos combinar para que no ser esclavas siempre sólo de la compañía. Y después que somos amigas también. En 32 años hemos vivido de todo: nacimientos, muertes, separaciones, enamoramientos, de todo.
- ¿Cómo se sobrevive económicamente en esto, por eso? Porque no todas lo hacen
- Hemos pasado muchas crisis. Por suerte, tenemos la figura de Dani López-Orós, que está detrás, pero que sin él seguramente no seguíamos aquí. Hemos pasado muchas crisis, pero desde que me dedico a esto oigo que estamos en crisis. Hubo puntuales más sonadas, como la del 2008, que tuvimos también un bajón como compañía y estábamos a punto de decidir si teníamos que dejarlo y ya está. Pero pudimos aguantar y tal. Esa fue la peor. Pero ha habido diferentes momentos de crisis, como la pandemia, pero a nosotras nos pilló que no teníamos nada en marcha, por tanto, nos salvamos, pero sí, es lo constante.
- Como pasa en la obra, por mucho que sea difícil, ¿el teatro al final os salva a vosotras?
- El teatro es muy exigente. Los días antes sobre todo yo estoy muy cansada. Pero también te da mucho. La comunicación con el público, para mí, es brutal. Toda la gente allí, tú dices cosas y que ellos reaccionen a eso... Es como una conversación. También es cierto que es lo que sabemos hacer.
- Y cuentan con el favor del público, hay un público muy fiel a las T de Teatre. ¿Cómo lo hacen?
- Sí, existe un público fiel, un público que viene siempre. Yo creo que la mayoría de las veces hemos hablado de cosas que afectan a las personas, pero en forma de comedia. E ir al teatro y reírte de ti misma es de las cosas más sanas, más catárticas y más terapéuticas que hay. Creo que la gente un poco va a esto. También creo que la gente valora que llevamos tantos años juntas. El hecho de hacer Jet lag también tiene muchísimo que ver, porque, cuando tú haces una serie como esta, entras en casa de la gente y te conocen como de toda la vida. Te paran por la calle, esas cosas. Incluso hay gente que nos dice que cuando está deprimida se pone los capítulos de la serie. Cuando haces reír y puedes ser un consuelo, es muy guay.
- ¿Luego costó salir de allí?
- Sabes que pasa, que, aunque hace años que hagamos teatro más seriecillo, la gente viene a reír. Es cierto que a veces alguien te dice que esta no hace tanta gracia y dices, “hostia, hace muchos años que no hacemos tanta gracia”. Supongo que la gente se ha quedado con esto. Es cierto que las cuatro somos actrices bastante cómicas, nos va la comedia. Y por poca comedia que hagamos, la gente ríe.
- ¿Y es cierto que tienen ya en mente una serie?
- Bueno, tenemos un esbozo, lo que pasa es que falta encontrarle una salida.
- Pregunta 2
- Cuesta. ¡Es que hay mucha oferta ahora, hoy en día! Entonces, nosotras también somos conocidas en el teatro, pero tampoco somos tan conocidas a otros niveles.
- Pero, como decíamos, la gente sigue las teniendo en la memoria, recuerdan 'Jet lag'.
- Pero una cosa es eso y la otra, los productores que quieran apostar. No sé si acabará viendo la luz o no, pero ideas tenemos y ganas de hacerla también.
- ¿Sería sitcom?
- No sé si se hacen muchas sitcom. Y tampoco queremos hacer Jet lag.
- Bueno, pero ¿'La dona fantasma' sale de gira tras el Romea?
- La gira será para el año que viene y antes queremos ir a Buenos Aires con ella. Y después, en enero del 25, iríamos a Madrid.
- Madrid es un terreno que le ha quedado muy bien, ¿no?
- Bueno, esta misma obra es coproducción del CDN. Es cierto que tuvimos el bombazo de Hombres, que estuvimos allí un año, pero eso no lo volveremos a vivir en la vida. Primero, porque el cuerpo no nos aguanta. Pero sí, hemos ido bastantes veces y la verdad que nos gusta.
- Además, confía en ustedes en el teatro público. Aquí en el TNC, en cambio…
- No, estuvimos en el Lliure sólo, pero sí, como público allá sí y aquí no.
- ¿Es de agradecer, no, que el público confíe en este tipo de obras que hacen?
- Sí, porque si tener un apoyo está bien, porque nosotros estamos arriesgando. Y no vamos a una fórmula. Primero, porque no la hay, y después porque nos gusta apostar por hacer otras cosas.