Chica Sobresalto: “Después de ‘Operación Triunfo’ he aprendido que nada es para tanto”

Chica Sobresalto abre su propio Oráculo para dar respuesta a todos los sentimientos a los que se ha enfrentado tras su paso por la academia de Operación Triunfo 2020. La cantante presenta su disco más personal en el que trata temas como los diferentes tipos de amor, la concepción del hogar y las sesiones de terapia que ha vivido con su psicóloga y que la han ayudado a entenderse un poco más. El próximo 19 de mayo actuará en la sala Razzmatazz de Barcelona.

"He estado un tiempo bastante apática de todo el barullo y me asusta un poco. Me apetece muchísimo volver a sentir cosas, aunque sean malas", confiesa en un encuentro con Crónica Directo. "De repente no me emociono o no río tanto y pienso en qué está pasando. Tengo muchas ganas de tocar porque me afecta mucho no hacerlo. La adrenalina de mi vida es tocar y no hago nada que me genere esa sensación", explica.

--Pregunta: Su último disco se titula ‘Oráculo’, ¿de dónde viene este concepto?

--Respuesta: Es una especie de oráculo real, pero me lo he inventado. De hecho, están las cartas que tú puedes sacar la que te toque aleatoriamente y puedes leer la descripción de por qué te ha tocado con unos ejercicios y cosas que me he inventado. En la edición especial viene un librito que le he llamado La Pitonisa, que ahí he contado un mogollón de historietas de los temas, hay textos en bruto de lo que era la canción, escritos de otras personas… Es un poco un viaje. He decidido aceptar que tengo muchísimos polos opuestos dentro y he intentado reconciliarme con ellos en este año y medio de terapia, entonces te encuentras un poco esto. Y no pasa nada.

--¿Le han tirado las cartas alguna vez?

--Me las han tirado varias veces. De hecho, todo nace de aquella primera vez que me echaron las cartas. Tenía 17 años y me salió la torre. Realmente quiero creer más de lo que creo porque me encanta, pero luego hay otra parte más racional de mí. Da igual si funciona o no o si tiene base científica o no mientras no se utilice de sustituto a ninguna terapia. Después de aquel flashazo de la torre me encontré el tarot en casa de mis padres y empecé a sacar cartas como ejercicio con los arcanos mayores para componer, y ha acabado en un disco. Yo estaba a punto de tirar la idea de hacer un concepto como disco, pero de repente apareció esto y me flipó.

--¿Qué significaba la carta de la torre?

--Todo cae, una especie de zona cero, todo se derrumba. Normalmente es bueno porque vuelves a construir algo, cae todo lo que ya no vale. Yo estaba en la academia y de repente me di cuenta de que mi vida ya no iba a ser igual, nos dijeron de un momento a otro que había una pandemia y vi mi vida caer con sus cosas buenas y sus cosas malas.

--¿Ha podido reconstruir todo lo caído?

--Creo que sí, pero no acabas nunca. A mí siempre se me ha dado muy mal desprenderme de las cosas, me agarro mucho a las personas y los lugares que me hacen bien. Eso tiene cosas buenas, que es que mantienes amistades y cosas preciosas, y tiene cosas malas, que es cuando algo ya no sirve te cuesta muchísimo soltarlo.

--¿Qué otras temáticas trata?

--El tema del hogar y de la casa es bastante recurrente en el disco, hay amor, luego hay una canción que habla específicamente de otros tipos de amor o de una forma diferente de relacionarse que supongo que generará un poco de controversia, La Monogamia, pero a mí me hace muchísima risa porque digo cosas que a algunas personas no le gustan. Hay una canción que habla de lo poco que me gustan muchas cosas de la vida moderna, las redes sociales y cómo nos comportamos. Luego hay otra que habla mucho de que realmente cuando a veces crees que alguien te está haciendo daño y quien se está haciendo daño eres tú. Es como si cada canción fuera un aprendizaje dentro de estos últimos casi tres años.

Retrato de Chica Sobresalto en Plaza Cataluña de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN

--Uno de los últimos sencillos es El Hogar. ¿De qué trata?

--La canción habla de la búsqueda del hogar. Yo creía que era un sitio y resulta que el hogar no es un lugar. Justo después de Operación Triunfo y todo el barullo que cambió mi vida muchísimo, me fui a vivir a Madrid y sentía que había perdido un poco mi hogar. Me he obsesionado mucho en la búsqueda de un sitio o unas personas que yo consideré hogar y creo que en realidad hay que buscarlo dentro de una misma. La canción habla de todos los intentos que he hecho en estos últimos tres años de encontrarme bien.

--¿Ha encontrado su hogar?

--No. He encontrado algunas cosas. Por ejemplo, considero que mi perro es mi hogar, la naturaleza también la siento hogar. Y estoy más tranquila. He transitado momentos curiosos, pero me imagino que estaré siempre buscando.

--¿Siente a su casa hogar?

--Sí, ahora sí, pero desde antes de ir a OT no me pasaba esto. Este tiempo ha sido duro entre mudanzas, gente que viene y va… Yo a eso tampoco estaba acostumbrada. Venía de Pamplona, que es chiquitico, Iruña, y de repente pasé a toda esa vida que ocurre en la ciudad. Salí de Operación Triunfo y todo era distinto, había una pandemia, luego cayó Filomena en Madrid, me habré mudado desde el programa tres o cuatro veces…

--También es un cambio a nivel de sonido.

--El Hogar es más oscura. Hemos jugado con efectos que hasta ahora no habíamos jugado y eso también me hace mucha ilusión. Y hay mucha parte de preproducción que hemos hecho nosotros. Yo creo que es mi favorita, aunque luego igual cambio. Es cruda, pero tiene un punto de medio bailar que es curioso.

--¿Está entrando en temas de producción?

--Yo poco. Por ejemplo, esta canción, El Hogar, estaba súper emperrada en que fuera muy acústica, con guitarra, se la pasé a Gorka, él probó una cosa que tenía en mente y nos gustó. He abierto mucho la mente con eso. Dejo a la gente probar y, si no me gusta, siempre podemos volver para atrás. Antes no quería que me tocaran las canciones.

--También avanzó ‘Poquita Cosa’, que se aleja del concepto del oráculo.

--Sí, se me salía de la temática. Diego Arroyo de Veintiuno me estaba dando clases de piano y vi que teníamos que hacer una canción juntos para este disco. Él me dijo que llevaba un tiempo dándole vueltas al concepto de ser poquita cosa y yo justo me lo acababa de quitar de mi descripción de Instagram, que lo había tenido durante años, después de hablarlo con mi psicóloga. La canción me iba muy bien porque era un tema luminoso y lo planteé como el comodín, el joker, dentro de mi proyecto. Que sea lo que cada uno quiere que sea. Encima la canción justo habla de eso y me pareció súper chulo.

Retrato de Chica Sobresalto en Plaza Cataluña de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN

--¿Por qué se lo quitó de las redes?

--Al final, que mi carta de presentación fuera “poquita cosa”, igual ya está bien de repetirme eso a mí misma. Lo cambié por “no hago nada que me quite poder” y al final añadí “poquita cosa, pero suficiente”. Yo le dije a mi psicóloga que me encantaría sentir que soy increíble, y ella me dijo que no tengo que sentir que soy ni poquita cosa ni increíble, sino suficiente.

--Habla mucho de sus procesos y de ir a terapia. ¿Qué misión quiere conseguir con sus canciones?

--Que ayude a alguien es colateral. Me hace muchísima ilusión y si pudiera hacerlo a posta, lo haría, pero no es así. Ojalá lo fuera. Soy más egocéntrica y lo hago por mí, pero es verdad que a veces me escriben y me cuentan cosas que lloro. He llorado mucho leyendo mensajes privados en Instagram.

--¿Cómo vivió la repercusión tras ‘Operación Triunfo’?

--Mi anterior disco salió antes de Operación Triunfo y no conseguía que mi música llegara a la gente. De repente, entras en el programa y ese mismo disco consigue un montón de reproducciones. Fue súper emocionante. Yo no había caído en la cuenta de que ese disco que ya estaba ahí de repente iba a tener tantas escuchas. Lloré mucho. Ese disco me costó unos 5.000 euros, igual algo más, de dinero que había ganado limpiando, cuidando perros, niños… y me costó la vida.

Retrato de Chica Sobresalto en Plaza Cataluña de Barcelona / LUIS MIGUEL AÑÓN

--¿Cómo se encuentra ahora?

--He estado un tiempo bastante apática de todo el barullo y me asusta un poco. Me apetece muchísimo volver a sentir cosas, aunque sean malas. Creo que de repente tu cuerpo ve que esto se está desbordando y te deja apática como mecanismo de defensa, pero da susto, sobre todo si eres intensa como yo. De repente no me emociono o no río tanto y pienso en qué está pasando. Tengo muchas ganas de tocar porque me afecta mucho no hacerlo. La adrenalina de mi vida es tocar y no hago nada que me genere esa sensación.

--¿Qué ha aprendido en los últimos años?

--Que no es tan importante. Salí de OT y era la primera vez en nuestra vida que venía gente a vernos, pasamos de 0 a 600 personas sentadas con mascarilla en la sala Barts con una tecnología que no habíamos usado nunca y fue horrible. Los primeros conciertos lo pasé muy mal porque sentía una responsabilidad. Con el tiempo me paro a pensar y veo que lo peor que puede pasar es que lo hagamos mal y ya está. Quiero decir, no le estoy salvando la vida a nadie, o sea, tranquila. He aprendido que nada es para tanto.

--Puede ser normal esa presión para intentar seguir dedicándose a la música.

--Da mucho miedo y encima la gente no para de decírtelo. Ya lo sé, llevaba casi diez años dando vueltas con la guitarra sin que viniera nadie. Ya sé lo que cuesta y sé que esto es volátil. Por supuesto que lo sé, yo no he parado de trabajar ni un día. Pero encima la gente te dice que no te vengas arriba porque luego esto cae. Ya lo sé. Por suerte ya estamos en un momento más estable en el que lo que hemos conseguido, lo tenemos, ha sido por la exposición de Operación Triunfo, por supuesto, pero también ha sido por el trabajo previo y el trabajo posterior. Ahora nuestro punto de mira está en ir creciendo despacio.