Esto no tiene ni puta gracia”. Así de clara y directa ha sido Ana Rosa Quintana a la hora de abordar la polémica de la Semana Santa, el gag con la virgen del Rocío como protagonista emitido por el programa Està passant de Toni Soler.

El sketch se emitió el martes 4 de abril en TV3. La actriz Judit Martín aparecía vestido como la figura religiosa que se ve en la capilla de Almonte (Huelva) con el muñeco de un bebé en brazos. El presentador y Jair Domínguez se rieron nada más verla ataviada. La intérprete hablaba andaluz, hacía referencia a su virginidad y su deseo sexual, hecho que desató el malestar más absoluto. 

Reacciones

La federación de asociaciones andaluzas, el portavoz de Ciudadanos en el Parlamento catalán, Nacho Martín Blanco, y hasta el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, han exigido disculpas por parte de la cadena autonómica, del presentador y de los responsables del programa. Soler, por su parte, advierte que al mandatario (y a todos los críticos) que “puede esperar sentado”.

El incendio es máximo. Todos los medios recogen lo sucedido y la reina de las mañanas no ha tenido duda en meter baza. Al regreso de sus vacaciones ha abordado la noticia y ha mostrado su más absoluto rechazo hacia el gag.

AR estalla

De brazos cruzados y con cara de muy pocos amigos, no sólo critica la falta de gracia, sino que va más allá. A su modo de ver el sketch “es xenófobo con Andalucía, es discriminatorio y atenta contra las más profundas creencias de las personas”. Y todo porque una de sus colaboradoras consideraba que era gracioso. “¿A ti te hace gracia? Pues a mí no me hace ni puta gracia”, lanzaba la presentadora.

La periodista no admite ni que se compare la gracieta con una chirigota. “No es lo mismo, esto es de mal gusto, comparar esto con las chirigotas es una barbaridad impresionante, de verdad”, mostraba indignada.

El reto

Quintana ha retado hasta en dos ocasiones a Soler porque afirma que “seguro que esto no lo hacen con Alá. No tienen huevos a hacerlo con Alá”. Airada como pocas veces se la ha visto en pantalla, iba a por más. “Espero que la semana que viene lo hagan con la Virgen de Montserrat...”, remata.

La presentadora no es la única que se muestra así de molesta. Incluso al margen de los políticos que se sitúan a favor o en contra del gag del programa de Soler, son varios los telespectadores que van más lejos y han pedido incluso a boicotear a dos marcas que patrocinan el Està passant, Borges y Haribo. La polémica sigue en marcha.