Zabro es la palabra que le ha dado a Rafa Castaño 2,27 millones de euros, el bote más grande de la historia de Pasapalabra. Lo más sorprendente de todo es que el periodista resolvió el rosco del tirón, sin dejar tan siquiera una oportunidad a su oponente, Orestes Barbero.

Han sido alrededor de 200 programas en los que los dos concursantes se han batido en un duelo sin igual, pero este jueves, por fin, Rafa ha conseguido completar el abecedario sin ningún fallo. Tras un largo silencio después de decir la palabra que empieza por la Z, Roberto Leal ha gritado un emocionante: "¡Sí!" que ha puesto de pie a todo el plató. 

Del tirón

Castaño se ha quedado en shock y era incapaz de articular palabra al darse cuenta de la gran cantidad de dinero que se ha llevado. Ha sido entonces cuando su contrincante ha ido a abrazarlo y los invitados del día, Bárbara Rey, Funambulista, Irene Villa y Eduardo Navarrete, y el presentador le han dado la enhorabuena

Las primeras palabras del ganador han ido hacia su compañero durante tantos programas: "Pienso mucho en Orestes porque se lo merece igual que yo. Estoy muy contento, pero siento que, pasara lo que pasara, iba a ser injusto. Yo siempre diré que Orestes es el mejor tío que ha pasado por aquí, mejor concursante y también un tío que se hace querer". 

Premios

Con todo, Barbero se ha contentado con llevarse "un botecillo majo" de más de 200.000 euros. "Tengo los siguientes años resueltos, no hay ninguna pena con esto", ha reconocido. A pesar de que ahora el concursante abandonará el programa definitivamente, Leal les  ha dedicado unas emotivas palabras: "No son dos concursantes, esto va más allá. Son dos amigos, dos genios, dos personas que durante cientos de programas nos han emocionado y entretenido"

Pero las miradas estaban puestas en el ganador supremo, que le ha dedicado el premio a su novia y a su familia. Precisamente ha sido a su madre a la que le ha llamado en difecto para anunciarle la gran noticia: "Estas noticias son las que interesan", ha asegurado su padre presa de la emoción para después decirle lo orgulloso que está de él.