Nina: "El teatro en Cataluña debería salir de la inercia de hacer programaciones cerradas"

Los puentes de Madison se han trasladado a Madrid en formato musical. Meryl Streep se ha convertido en Nina y Gerónimo Rauch da vida al personaje que en cine interpretaba Clint Eastwood. La temporalidad también ha cambiado "la película se narra en modo de flashback, nosotros lo hacemos en presente", señala el protagonista.

Más allá de eso tienen todos los ingredientes: el puente, la furgoneta, la casa... Pero sobre todo, la emoción. "El espectador va a ver cada gesto, acercamiento e incluso no lo que se dice y lo que uno no se atreve a verbalizar", asegura el argentino.

Drama y musical

Y es que pese a ser un espectáculo musical está cargado de textos y silencios. "Estamos dentro de una tragedia romántica. Eso es mucho teatro", afirma Rauch a Crónica Directo, quien está convencido que este nuevo montaje que se puede ver en el teatro EDP Gran Vía Madrid va a hacer que el público se emocione, aunque conozca el final.

Nina es del mismo parecer. Está encantada con este nuevo proyecto que asegura que, pese a sus años de trayectoria, todavía supone un reto para ella. Así lo cuento a nuestro medio.

--Pregunta: ¿Qué supone hacer estos puentes?

--Respuesta: Supone muchas cosas, porque por más experiencia que tengas, cada proyecto es un nuevo reto. Este es un proyecto complejo a nivel interpretativo y vocal, una grandísima producción. A mí, además, me engancha en un momento muy dulce de mi carrera tras años de no subirme a los escenarios. Y lo hago con una compañía muy talentosa que lo hace muy especial.

--¿A que se debe este momento especial y este momento apartado de los escenarios?

--Este trabajo es así y, de repente, no siempre puedes estar en el escenario. No siempre los proyectos que surgen son de tu interés y cada vez me pasa más. Cuando más mayor te haces, has hecho más cosas y cada vez hay menos proyectos de tu interés artístico y profesional. Asimismo, hubo una pandemia de por medio, tiempo en el que curiosamente surgió la propuesta. Ha tenido que pasar el tiempo necesario para tirar hacia adelante esta producción y, ya lo veréis, pero ha requerido año.

--¿Qué se encontrará el espectador? Porque la película no es un musical.

--Lo que encontrará es la historia imponente de la película, una historia muy potente con una partitura muy potente. Nosotros no tenemos la potencia del primer plano como sí la tiene el cine, pero tenemos la potencia de la música que viaja directa a la vena del espectador. Todo explicado desde el coro del teatro. Se combinan texto y música, eso sí, pero es impresionante la escenografía que se ha hecho. El espectador verá el puente, la furgoneta, la casa... todos esos elementos están ahí. Es técnicamente muy compleja. Es toda una experiencia para el espectador pero también para los actores. Es muy gustoso para nosotros.

Gerónimo Rauch y Nina

--Dice que la partitura es muy interesante y potente. ¿Nos puede hablar un poco de la parte musical?

--Es una partitura maravillosa y muy rica y muy diversa en estilos. Pretende situarse en la procedencia de los personajes y hay estilos distintos. Eso lo convierte en un musical singular donde no hay un único estilo. Vocalmente es muy intensa también y, para mi, muy nuevo, porque estoy jugando en un lugar vocal al que he solido jugar normalmente. Es interesante para mi escuchar mi voz de manera completamente diferente a lo que lo he hecho en mi trayectoria.

--Es curioso que le siga pasando, ¿no?

--Esto es un regalo. Yo llevo 40 años en este oficio y no siento que haya perdido la ilusión por hacerlo, pero obviamente no es la misma de los 20, va cambiando. Por eso, que aparezca un reto de esta magnitud, te sitúa de nuevo en una zona de peligro y es agradable siempre porque es lo único que te hace crecer en la vida. Por eso es de agradece.

--En este sentido, ¿cómo ve el panorama del musical en España en todos estos años? Parece que ha resurgido, aunque más en Madrid que en Barcelona, que tenía mucha tradición.

--Son dos ciudades diferentes, con inercias distintas. Dagoll Dagom ha hecho musicales de creación y otras han hecho lo mismo, pero tal vez en Cataluña se debería salir de esta inercia de hacer programaciones cerradas e intentar hacer apuestas de larga duración, como pasa en Madrid. Aquí en Madrid no se hacen propuestas pensando que duren tres meses, sino tres años. Por otro lado, desde hace tres décadas, como mínimo, en Cataluña hay escuelas que preparan actores de tal manera que tienes problemas para escoger porque hay gente muy preparada, bailan cantan, tocan instrumentos... Esa es la gran diferencia y hace que se puedan poner en escena títulos más arriesgados que hace 20 años. Hay gente muy preparada en este país y un público fidelizada. Lo viví personalmente con Mamma mia! Gente que no había ido nunca a un musical iba a este y empezó a ir a otros. Ese ha sido el trabajo de hormiguita que hemos hecho: fidelizar al público.

Nina y Gerónimo Rauch

--¿Ha costado mucho? ¿Ha sido complicado? ¿Se ha tenido que enfrentar a mucho qué dirán o menosprecio?

--La principal diferencia es que ciertos espectadores ya han dejado decir eso de "se me hace raro que alguien que hable se ponga a cantar". Eso se debe a esta preparación, porque la frontera entre cantar y hablar no se debería de notar, debería ser invisible. Todos hemos evolucionado y el público está en otro estadio. Si hilamos fino, el teatro musical no pertenece a nuestra tradición, igual la zarzuela. Por eso, era necesario este trabajo y ahora el público ya lo tiene integrado.

--¿Y pasarán por Cataluña?

--Me encantaría. No sé si es posible, pero la complejidad de la escenografía hace difícil que se plantee, excepto si planifiquen estancias muy largas, de medio año para adelante. Igual, aquí en Madrid se ha planeado para estar más de medio y un año.

--Por último, ha hecho radio, tele, teatro. ¿Le queda algo por hacer?

--Siempre hay algo y proyectos por hacer. Mira, a mí me entusiasma un proyecto que tiene que ver mucho con la radio y que no acabó de cuajar porque ya sabe que las parrillas desafortunadamente atienden más a la política y la actualidad que a otras cuestiones. Pero ahora he impulsado un par de podcast.

--¿Y en qué consisten?

--Uno es de divulgación sobre la voz y otro de difusión de nuevos talentos donde le doy lo que no tienen en los espacios convencionales, un espacio y un tiempo para hablar de sus proyectos, ilusiones, deseos y universos.