Paz Padilla ha encontrado de nuevo el amor. Tras unos meses convulsos, y cuando se cumplen dos años que perdiera a su marido, la humorista vuelve a sentir mariposas en el estómago.
Este miércoles la revista Semana ofrece en exclusiva un amplio reportaje en el que se ve a la también presentadora comerse a besos junto a su nuevo chico en un pantano. La pareja dio rienda suelta al amor en una jornada en la que no faltó de nada. Incluso, deportes acuáticos.
Un año de relación
Varios semanarios de la prensa cardíaca, entre ellos la publicación del saludo, apuntan a que la relación entre Padilla y Fran Medina, nombre y apellidos del hombre que ha conquistado el corazón de la gaditana, estaría más que consolidada. Al parecer, los tortolitos llevan compartiendo su vida desde hace más de un año. Sin embargo, no ha sido hasta hoy que llegan las primeras imágenes de ambos juntos.
Fran, que es guardia civil y fotógrafo, ya estaría completamente integrado en el núcleo familiar de la actriz. De hecho, tal y como señala la revista ¡Hola! la pareja ya fue pillada disfrutando de una jornada con los hijos de la andaluza durante las primeras semanas del mes de enero. Unas instantáneas que hoy también han salido a la luz y en la que se ve a Paz y a su nuevo amor en compañía de varios amigos.
Paz pasa página
De este modo, la presentadora de Mediaset pasa página a uno de los capítulos más complicados de su vida. Tras su breve despedido del grupo audiovisual, la gaditana ha renovado de nuevo su acuerdo mientras continúa triunfando en el teatro y sigue adelante con su nueva aventura empresarial de la mano de su hija. Junto a Ana Ferrer, ambas han abierto su primera tienda de moda No ni ná.
El 19 de julio se cumplirán dos años desde que Paz perdiera a Antonio Vidal, el hombre al que siempre ha definido como “el amor de su vida” y a quien el destino le arrebató a la corta edad de 53 años, víctima de una larga enfermedad. En más de una ocasión, la televisiva ha confesado que no pensaba en el amor, pero ya se sabe, cuando este llama a tu puerta, poco se puede hacer.