Omar Sánchez ya forma parte de la historia en la vida de Anabel Pantoja. Ella ha dado carpetazo a su relación con el canario y se ha volcado con su nuevo amor, Yulen Pereira. No ha sido fácil, a juzgar por las lágrimas que ha derrochado por su todavía esposo en Supervivientes., aunque ahora parece estar en otra fase.
Pocos esperaban muchos que, en pocos meses, la diseñadora pasara de acostarse con Sánchez antes de entrar al concurso, llorar por si le causaba daño a dar todo por finiquitado. “Obviamente, sería muy cínico volver y llamarle por teléfono”, confiesa. Claro que le "gustaría que estuviera en mi vida de alguna manera y si no pues nada", confiesa.
Omar, durísimo
Estas duras palabras llegaban poco después de que Pereira fuera igual de contundente con Sánchez. "A mí Omar ni me va ni me viene. No es mi tema, a mí él no me da pena", lanza a la hora de responder sobre cómo ve la situación del ex de Anabel. "Es una persona que no sé quién es”, sentencia.
Ante las acusaciones de insensible, Yulen niega la mayor: "No es que empatice más o menos, lo único que me da pena es que Anabel esté con tantas ralladas". Su pareja es la que le preocupa, más que nada.
Aviso a navegantes
El deportista profesional asegura que él nunca tuvo pensado hacer daño a nadie, ni tan sólo enamorarse de la colaboradora de Sálvame. "La idea era estar aquí y fuera conocernos tranquilamente", matiza.
¿Está preparado para lo que le espera fuera: cámaras, acoso mediático, comentarios sobre su vida personas...? Parece que no y es que recuerda que su relación "es una cosa que era entre ella y yo, y no entre ella y yo y toda España".