La muerte de Carlos Marín a los 53 años sacudió a todos los fans de Il Divo. El cantante no pudo superar el Covid-19 que contrajo y fallecía el pasado diciembre. Casi siete meses después una batalla por la herencia se ha desatado.

El artista nunca previó sufrir una muerte prematura y sus bienes y fortuna se la han empezado a disputar sus allegados. Al no tener hijos, la madre es la principal heredera, pero su exmujer, quiere también su parte.

Conflicto

Geraldine Larrosa, conocida como Innocence, siempre tuvo una gran relación con su exesposo y se ha acercado a la familia. Tanto, que algunos de los familiares consideran la opción de solicitar una orden de alejamiento contra ella.

La también artista tuvo como legado el piso que tenía Marín valorado en un millón de euros. El problema es que sobre él pesa una hipoteca de 300.000 euros y reclama a la familia que paguen esa deuda.

¿Acoso?

"Como en el documento no se especifica, la beneficiaria quiere que la casa se le entregue libre de cargas, que sea la madre de él quien pague los atrasos y el monto total", defiende el abogado de los Marín. "Ella llama continuamente a mi madre por teléfono y le ha provocado ya varias crisis de ansiedad, no es justo", denuncia la hermana del fallecido, Rosa.

La familiar asegura que "tal es el volumen de llamadas que yo solicité una orden de alejamiento que no se concedió porque la tenía que pedir mi madre". "Jamás pensé que esta mujer intentara arruinar a mi madre como lo está haciendo", lamenta . "Después de todo lo que ha hecho mi madre por ella... A esa mujer solo le mueve el dinero, cada sonrisa entregada a mi hermano la pagó con creces en efectivo", sentencia.