Nacho Palau ha sido el primer invitado de Déjate Querer, el nuevo emotaintment presentado por Toñi Moreno. En el programa estrenado la noche de este viernes, el escultor ha hecho balance de los 26 años que ha pasado como pareja al lado de Miguel Bosé.
Se trata de la primera entrevista en televisión que da el concursante de Supervivientes desde que se anunciara su ruptura con el cantante y desde que empezara la batalla legal por la filiación de sus cuatro hijos.
Su papel en la relación
Palau ha reconocido que, de seguir junto a Bosé, nunca habría dado el paso de hablar. De hecho, ha admitido que siempre estuvo al margen por iniciativa propia: “Nadie me ha obligado a nada”, ha afirmado, al mismo tiempo que ha revelado cuál era su papel respecto a los medios en su relación.
“Cuando te enamoras, te enamoras, estás dispuesto a todo, y eso es lo que hice. Estaba con una persona conocida y entiendes que llevaba su vida, su carrera, jamás me he metido, he sido feliz, trabajando en su finca”, ha explicado.
Su historia de amor con Bosé
Además, Nacho ha desvelado cómo se conocieron y ha asegurado que lo suyo con el artista fue amor a primera vista, es decir, un auténtico “flechazo”. Sin embargo, tras años de amor, algo cambió: “El último Miguel ha sido distinto, no reconozco a este Miguel de la actualidad”, ha lamentado mientras asegura que le sigue queriendo mucho, y que lo querrá siempre.
“Será el padre de mis cuatro hijos, le deseo la mejor facilidad, no le guardo ningún rencor”, ha añadido el invitado. En esta línea, lo más sorprendente es que el valenciano, al hacer balance de estas casi tres décadas con el intérprete, ha reconocido que volvería atrás y que pasaría por lo mismo.
Su nueva vida
“He sido muy feliz, he aprendido mucho junto a Miguel. Quitando los últimos años, que han sido horribles”, ha apostillado. En la actualidad Nacho es uno de los concursantes de la nueva edición de Supervivientes. Si bien desde que se produjera su separación del artista, ha tenido que buscarse la vida.
Según ha contado él mismo, pasó de vivir en una casa con todas las comodidades a trabajar en una charcutería. “He llorado mucho, y me queda. Soy muy sensiblón, de lágrima fácil”, ha reconocido a Toñi.