Enrique Ponce y Ana Soria es una de las parejas más cuestionadas desde sus inicios. Primero, porque su relación supuso el fin del matrimonio del torero con Paloma Cuevas. Después, por su sobre exposición. Más adelante, el silencio.
No hay semana que no se hable de ellos y su situación de pareja. Ellos, que en su día publicaron cada salida, cada beso, cada abrazo vivido, un día desaparecieron de las redes y los rumores aparecieron.
Rumores
La crisis planea sobre ambos. Por un lado, se habla de que el diestro quiere volver a los ruedos. Ir a México y despedirse allí de su público. Una aventura a la que la estudiante de Derecho no le apetece mucho sumarse.
Tampoco ayudan los problemas económicos del diestro que le han obligado a vender parte de su finca La Cetrina para tener algo de líquido, ni tener vidas por separado. Pese a todo, él asegura que está mejor que nunca con Soria.
Declaraciones
“Estoy muy enamorado de Ana y es la mujer con la que quiero estar”, asegura Ponce a la revista Semana y lanza una advertencia a los que son muy críticos con ellos y les auguran poco futuro: “No van a poder con nosotros”.
Por el momento, ambos han comprado una parcela edificable donde construirán su nido de amor. El problema es que las obras han de empezar y pueden tardar años en tenerla lista.