María Teresa Campos tiene claro que no va a dejar de trabajar a pesar de las insistencias de sus familiares y ha protagonizado una nueva portada de revista este miércoles. Sin embargo, en lugar de aparecer acompañada de sus dos hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, ha posado junto a una de las personas más importantes de su vida, su chófer Gustavo.
La veterana presentadora ha aparecido en la revista Semana junto a uno de sus mayores apoyos y ha confesado que esa persona que la ha acompañado tanto tiempo de su vida --durante 33 años-- es como "el hijo" que nunca tuvo.
De la familia
Y es que la periodista considera a Gustavo como uno más de su familia: "Él me cuida, me protege, es mis manos y mis pies", ha reconocido María Teresa. El protagonista de la portada, por su parte, también ha desvelado que ella que es como una "segunda madre" para él.
La profesional de los medios ha desvelado que al lado de su mano derecha se siente en “tranquilidad y con seguridad”, por eso quería presentarlo en sociedad. "Me gustaría que la gente lo conociera y lo apreciara tanto como yo", ha comentado la comunicadora sobre las razones que los han llevado a hacer ese posado conjunto de revista en esta ocasión.
Gran defensor
El hombre de confianza de la matriarca del clan Campos ya fue uno de sus mayores defensores en el conflicto con Edmundo Arrocet. “La verdadera cara de Edmundo es muy distinta", desveló el conductor entonces para la misma revista. Gustavo calificó al cómico chileno de ser “un mentiroso, un embaucador y un profesional del amor". Por ello, Teresa lo pasó tan mal tras la ruptura de su relación, pero también antes.
"He visto llorar mucho a Teresa, destrozada”, recordó entonces sobre la parte más complicada de su relación amorosa. Un hecho que le dolía, pero en el que poco podía hacer ya que ella “estaba muy enamorada", apuntó. El humorista además no estaba en su mejor momento, "no tenía ni un duro, todas sus cuentas estaban bloqueadas".