La audiencia echa de menos a Ana Rosa Quintana. No en vano, tantos años al frente de su programa matinal le otorgaron el título oficioso de la reina de las mañanas y su ausencia es notable para sus seguidores.
La periodista se apartó de las cámaras después de que le volviera a detectarle un cáncer de mamá. Puso el freno de mano y desde entonces se dedica de lleno a su tratamiento, del que ella da buena cuenta de su evolución en redes sociales.
Galardón
Esta vez, por eso, la última hora la ha dado una gran amiga suya, Sonsoles Ónega. Ha sido en la entrega de los premios Wow Wow Woman, que han reconocido su trayectoria profesional.
En su discurso de agradecimiento ha tenido palabras para su equipo de “mujeres jovencísimas, que vienen apretando muy fuerte por detrás, con toda la pasión, las ganas”, pero también a la persona que la puso enfrente de Ya es mediodía y Ya son las ocho, Ana Rosa.
Última hora
Ónega asegura que su compañera “está divinamente, tiene una fortaleza extraordinaria”. Asimismo, revela que no pierde comba de la actualidad y está atenta a todo lo que hacen los suyos. “Está en todo, ve todos los programas y está permanentemente alerta, así que no se está perdiendo nada de lo que está pasando”, revela.
La presentadora de Ya son las ocho también ha revelado lo importante que es para ella que AR se ponga bien. “Cuando Joaquín despide su programa todos los días mandándole un beso yo me sumo en silencio porque estamos deseando que vuelva. Tenemos todos una sensación de orfandad de la que no nos despojamos, que nos invadió el día que se fue, y esperándola estamos con los brazos abiertos porque se nota mucho su ausencia”, concluye.