Una entrevista plagada de abrazos y “la entrevista más difícil” de Ana Obregón y Bertín Osborne. Así lo han expresado ambos y los espectadores lo han constatado.
Las lágrimas han corrido en varios momentos en el rostro de ambos. Esa era la intención del presentador, que ella se desahogara, y así ha sido.
Destrozada
La presentadora ha puesto mucho de su parte. “Llevo casi un año vestida en chándal”, reconocía y lo ha cambiado por un vestido negro con el que anunció a la familia de Alessandro Lequio que estaba embarazada de Aless.
El empresario fallecido por cáncer ha sido el principal tema de la entrevista. Ha revelado que su ausencia la come por dentro tanto que tiene pensamientos muy oscuros. “Bertín, yo me perdono la vida todos los días”, le confesaba.
Dolor
La actriz señala que quiere “salir adelante sola”, sin ayuda de medicación, aunque sea un proceso muy lento y cueste muchas lágrimas y dolor. “No he querido porque me ha dado mi hijo una lección brutal de valentía”, detalla. Lo que le ayuda por el momento son sus amigos, entre el que destaca su representante Susana Uribarri, y los libros. “He leído mucho”, detalla.
Aun así, el dolor es muy grande. Todavía desea que la muerte “me hubiera llevado a mí”. Unas palabras que han roto al mismo Bertín Osborne y muchos espectadores. Ella misma se muestra rota y no le gusta verse así: "Con lo fuerte que fui no sé por qué ahora no lo soy, me está costando mucho". “¡Vaya mierda Bertín! ¡Cómo he sufrido, joder!”, decía entre llantos.