Rocío Flores encamina su futuro más allá de la televisión. Si el curso pasado fichó para El programa de Ana Rosa, acabó su grado superior de dietética e inició su carrera de influencer, para este 2021-2022 ha decidido volver a estudiar.
La hija de Rocío Carrasco, además de seguir como colaboradora televisión, se ha matriculado en un instituto de formación profesional oficial para hacer administración y gestión financiera. Lo ha mostrado ella misma en sus redes sociales.
Cara (y) formación
Para realizar este curso en el centro Medac. Ro y el resto de alumnos deben pagar 3.900 euros al año. Claro que, según se indica en la web de la escuela, hay opción a becas.
En este nuevo camino, la joven también ha optado por hacerse algunos retoques más en el rostro. No es cuestión de habladurías, ella misma lo ha confesado a sus seguidores en redes sociales.
Tratamiento "heavy"
“Me he corregido un bultito de la nariz con un poco de ácido hialurónico, sobre todo para el perfil, que no se me viese un pequeño bulto”, señala. También se ha “he puesto un poco de ácido en los labios”, añade, claro que no es la primera vez: “La verdad que no me los retocaba desde que salí de Supervivientes”.
Pero el tratamiento más “heavy” al que se ha sometido en los últimos días, reconoce, es el bótox. Se lo ha puesto en la zona de la frente “para poder corregir la expresión, que parece que siempre estoy enfadada”, matiza.
Retoques previos
Esta es la “primera vez” que opta por este tipo de tratamientos que corrigen las arrugas. Asegura que el resultado le ha “gustado bastante” y en breve quiere mostrar los efectos.
No es por eso que Rocío se somete a algún cambio facial, lleva tiempo aplicándose tratamientos en el rostro. La primera vez que se hizo algo fue una bichectomía para eliminar las llamadas bolsa de Bichat, pequeños bultos de grasa que situados en los pómulos.