Rocío Flores está pasando por uno de los momentos más complicados de su vida. Hace unas semanas se conocía la noticia de que su padre, Antonio David Flores, y Olga Moreno se separaban. A eso todavía hay que sumarle el que la influencer no se haya repuesto de lo que supuso el testimonio de su madre en Rocío, contar la verdad para seguir viva.
La joven lleva unas semanas apartada de la televisión para mostrarse como el apoyo fundamental de su familia, la que apuesta por reconciliar. "Olga es mi familia y lo va a seguir siendo hasta el día en que me muera. Y a mi padre le voy a seguir dando mi apoyo incondicional siempre", confesó la nieta de la Jurado en El Programa de Ana Rosa.
Llantos en la calle
Sin embargo, la presión a la que se está viendo sometida ha hecho que Ro no pueda más y se derrumbe en plena calle. La hija de Antoniodá se encontraba en una panadería de Malága cuando algunos de los clientes habituales la han reconocido y han empezado a gritarle con vítores de ánimo.
"Con dos cojones, que soy madre de dos niños y por muy malo que sea tu padre, tu madre no te tiene que abandonar y duelen los dos", han sido las palabras que han hecho que Flores se eche a llorar desconsoladamente.
Su mayor apoyo
Su novio, Manuel Bedmar, la ha abrazado para reconfortarla, totalmente sobrepasada y derrumbada por la situación y la presión mediática que está recibiendo las últimas semanas.
En pocas ocasiones Rocío Flores se había dejado ver así de afectada públicamente. Siempre ha preferido guardarse su sufrimiento para ella y para los suyos. Confesaba hace poco que había sido un año muy duro pero, aunque intente sacar fuerzas de flaqueza, no ha podido evitar derrumbarse en su ciudad.