María Teresa Campos no puede más. Está compuesta, sin novio y sin casa. Después de la venta de su mansión Molino de la Hoz (Madrid) ha visto como los vecinos de Terelu le rompían el sueño de vivir cerca de su hija.
Los propietarios y residentes de la urbanización de lujo de Aravaca (Madrid) donde reside la colaboradora de Viva la vida han dicho no a que Teresa se vaya a vivir allí. Están hartos de tener siempre prensa en su zona y creen que la llegada de una Campos más no haría más que agravar la situación.
Búsqueda desesperada
La que fuera reina de las mañanas tenía todo cerrado. Vendió su casa por 2,5 millones y le alquilaba el piso a uno de los vecinos, pero la presión ha podido con el arrendador, lo que ha puesto en una situación muy complicada a la periodista.
No hay mucho tiempo que perder. El comprador de su casa ya ha firmado las arras y en las próximas semanas entra a vivir en la todavía vivienda de la presentadora, por eso se ha puesto manos a la obra con la nueva búsqueda.
En buena compañía
A la matriarca de las Campos ya se la ha visto muy bien acompañada recorriendo calles a la caza y adquisición de una nueva vivienda antes de quedarse de patitas en la calle. Sus hijas, no van con ellas.
Su inseparable asistente Gustavo y la escritora y amiga Meli Camacho acompañan a María Teresa en esta desesperada aventura de encontrar un piso que satisfaga a la periodista y no genere problemas a los vecinos. ¿Lo conseguirá antes de que tenga que abandonar su mansión?