Laura Fa protagonizó una entrevista con Gabriel Rufián que ha hecho estallar la guerra en Sálvame. La colaboradora ha hecho un traje a medida a sus compañeros de trabajo calificando a cada uno de ellos. De María Patiño ha asegurado que es “una persona particular”, mientras que considera a Paz Padilla una “persona desubicada”. Sobre Chelo ha considerado que es una persona que ya podría estar jubilada y la tilda de “antigua”. No obstante, a Jorge Javier Vázquez lo deja de “genio”.
Las reacciones a estas declaraciones no han tardado en llegar. La primera en salir en defensa de García Cortés fue Lydia Lozano el pasado sábado en el Deluxe. "Mira, lo que dijiste de mí me da igual, lo tengo ya superado, pero lo que has dicho de Chelo me parece tan feo… ¿Quién eres tú para decirle a una persona que se jubile? ¡Tú no eres nadie para decir eso! La gente se jubila cuando le da la gana y más en esta profesión. ¡Nos cortamos la coleta cuando nos da la gana!", gritaba enfurecida la colaboradora.
En defensa de Chelo
Esta tarde, en Sálvame, el resto de sus compañeras se han mostrado al lado de Lozano. "No somos nadie para mandar a la jubilación a ninguno de nuestros compañeros", ha subrayado Gema López. Sin embargo, la protagonista de la polémica se ha querido defender: "Yo, como quiero a Chelo, quiero que esté tranquila en la playa y no aquí". Asegura que lo ha dicho en su beneficio y para protegerla.
No obstante, estas declaraciones no han convencido a sus compañeras, en especial a Belén Esteban, que considera que la catalana es "una pelota" por decir algo malo de ellas pero todo bueno sobre el presentador. Algo con lo que no está nada de acuerdo el aludido: "Si yo tuviese algún poder en el programa, entiendo que fuera pelota, pero yo aquí ni pincho ni corto".
Respuestas
Además, otra de las nombradas en esa entrevista, Maria Patiño, ha llamado en directo al programa para dar su opinión: "Estoy harta de que de clases desde el púlpito. Me da rabia porque veo que ella habla desde un espacio superior donde examina al personal". Sin embargo, confiesa que "no me molestó que me llamase peculiar, me molestó Chelo". Un conflicto en el que todas se excusan en que es su más sincera opinión y que todo el mundo puede opinar libremente.