“La peor cena de la segunda y de la primera edición”, así han definido Begoña Rodrigo y Miguel Cobo el trabajo entre fogones de Lydia Lozano y Laura Fa en La última cena.
No han sido los únicos. La presentadora, Paz Padilla, advertía de que esta situación se podía producir y es que, tras el baile que se ha marcado al son de Katy Perry, ha disculpado a los espectadores por si la calidad de la imagen era mala. Era por culpa del fuego que salía de los fogones.
Comida quemada
Calçots quemados, hornos vacíos llenos de humo y unas cocineras que no han mostrado complicidad en ningún momento. Sólo ha habido un momento, cuando Rodrigo le ha dado la bronca a Lydia por haber sacado un pulpo de la papelera para meterla de nuevo en la olla. A ambas se les ha escapado la risa. Poco más.
Las flechas han volado por doquier. La catalana acusaba a su compañera de no hacer nada, y tener un gran “nivel de saturación”, por culpa de su actitud. “Lydia en su esencia”, lamentaba.
Zasca de Paz
Estas palabras son tal vez las más bonitas que se ha llevado Lozano a la que ha acusado de “soberbia” por cómo se comportaba con ella. “No te aguanto”, le espetaba. La madrileña ha recibido hasta un zasca de la Paz: “¿Pero tú no tenías un libro de recetas?”.
Su respuesta ha sido el silencio y la cara de enojo máxima. Su objetivo: no llorar. Daba la razón a Fa de que no había hecho nada y la ha acusado de mala compañera. Claro que los chefs lo han confirmado. Aseguran que Laura fue la que más se esforzó.