Por si a alguien le quedó alguna duda, la posibilidad de reconciliación entre Sandra Pica y Tom Brusse es imposible. Al menos, de momento, tal y como cuenta ella.
La llega del francés a Madrid tras su paso por Supervivientes no ha sido como ambos esperaban. La incomprensión de él y la determinación de ella ha acabado en un choque de difícil solución.
Sin contacto
"Al final he terminado bloqueando a Tom”, confiesa la catalana. Y sí, lo culpa a él por haber “decidido creer a las personas antes de tener la llamada conmigo”.
La exconcursante de La isla de las tentaciones le ha dicho a su ex ¡que cuando vaya a Madrid no tengo nada que hablar con él”. Recuerda que en su día fue ella quien pidió esa conversación, “cuando estaba mal, llorando porque estaba agobiada por este tema, por cómo veía que le habían comido la cabeza”.
Malos modos
Cuando el superviviente salió de la isla, se mostró muy molesta por el comportamiento de la que fuera su novia. Él siempre pensó en la posibilidad de recuperar su relación, pero ella ha pasado página. Tanto, que ya se le relaciona con Julen.
Brusse está molesto, pide explicaciones, pero a ella no le gusta esa actitud beligerante. “No hablaremos cuando él quiera, será cuando yo quiera o cuando los dos nos toque hablar".
Regreso a los orígenes
Pica quiere centrarse en ella. Hace pocos días tuvo que ser ingresada pero "parece que ha quedado en un susto", apunta. "Tienen que ver si tengo algo en el intestino", indica.
Expuesta desde hace más de un año a las cámaras, ha decidido poner distancia a todo y a (casi) todos. También con su posible nuevo novio. "Con Julen no hay cosa, yo estoy aquí, estoy súper desconectada. He vuelto a Barcelona, quiero zanjar mi vida en Madrid, menos mis amistades y pasar página", asevera.