Tamara Falcó está más feliz que nunca con su novio Íñigo Onieva. Atrás han quedado los rumores de infidelidad de él y la presunta crisis posterior, y la socialité se muestra encantada y enamorada, tanto que ya habla de sus planes de futuro.
La hija de Isabel Preysler ha aprovechado su participación en un encuentro religioso en la catedral de Burgos para subrayar la importancia de la religión y de la familia para ella.
Conversión y familia
Sobre su conversión radical al cristianismo, revela que le “ha cambiado todo. Iba sin rumbo, no sabía cuál era propósito de estar aquí. Era infeliz. Había momentos que pensaba que sí, pero eran cosas que pasaban rápido. Todo cambió”.
Una de las instituciones importantes para esta religión es la familia y sobre los planes de formar una con su novio también ha hablado. Asegura que su pareja “también comparte” la idea. Eso sí, “poco a poco” y recuerda que “la Iglesia recuerda la importancia del tiempo del noviazgo”, y que ellos apenas llevan un año.
Planes de maternidad
De allí se le ha preguntado por los planes de ser madre. “Me encantaría, soy súper niñera y me encantaría”. Para muestra un botón, como demuestra con la relación que tiene con sus sobrinos y su ahijada que considera “maravillosos”.
Sobre la opinión que le merece la publicación de las memorias que va a sacar Esther Doña sobre su padre, apunta: “Creo que dice mucho de ella que recuerde a mi padre de esa forma. Me alegro de que hable con tanto cariño”.