Kiko Hernández será el próximo concursante de La Última Cena. Una noticia que no le ha gustado ni a él ni a su compañera de fogones, Carmen Borrego. La enemistad de los colaboradores lleva latente muchos años en los platós de Sálvame y el enfrentamiento no se ha hecho de esperar.
Después de 847 días, Carmen Borrego ha regresado al programa de Telecinco esta tarde para descubrir con quién compartirá cocina y cuál será el menú que tendrán que preparar mañana por la noche en La Última Cena. Así, la pequeña de las Campos se reconcilia con el programa con el que tantos desacuerdos ha protagonizado.
Famosos archienemigos
Y Kiko Hernández ha sido con el que más. La eterna enemistad entre los colaboradores es bien conocida por sus compañeros y los espectadores del programa. El periodista siempre ha tildado de oportunista a Borrego, además de ponerle el despectivo mote de “potota” por su papada.
“Tienes tan pocos argumentos que siempre atacas el físico”, ha criticado la hija de María Teresa Campos cuando se ha vuelto a meter con ella. Esta es la primera vez que se tiran dardos envenenados en persona, ya que siempre han contestado a las acusaciones del otro a través de sus respectivos programas. “Me nombras hasta en la Teletienda, tienes una obsesión conmigo que no lo entiendo”, le ha recriminado Borrego.
¿Reconciliación?
Hernández, por su parte, ha arremetido duramente contra su familia: “Las Campos importáis un pimiento”. Por eso, cuando se ha enterado de su compañera en el concurso, ha manifestado su más sincera opinión: “Preferiría comerme un bocadillo de mierda”.
“Ya estamos de acuerdo en algo”, ha confesado Borrego. Ambos hubiesen preferido no verse envueltos en esta tesitura y sus compañeros les han animado a que se lleven bien. “Yo no voy a intentar arreglar nada, voy a cocinar y punto”, ha sentenciado Kiko. Una enemistad que podría ponerse fin entre fogones.