Ayer se cumplía un año del fallecimiento de Antonio Vidal, el marido de Paz Padilla, por un tumor cerebral. La presentadora, como no podía ser de otra manera, aprovechó la tan señalada fecha para dedicarle un bonito homenaje a su marido en forma de vídeo. “Te amo”, le escribía al ritmo de la canción Somewhere over the Rainbow.
Pero la conmemoración no se quedó aquí. La gaditana es conocida por su optimista manera de afrontar la muerte. Por ese motivo, decidió organizar una fiesta de disfraces para recordar a Antonio. “Fuimos todos disfrazados de alguien muerto, yo fui de Amy Winehouse y mi hija de Cleopatra”, ha confesado la colaboradora esta tarde en Sálvame ante la atónita mirada de sus compañeros.
Fiesta de disfraces
Bajo el título de “el país de nunca jamás, que es donde está él”, Padilla explica que estuvieron el sábado festejando hasta las 3 de la mañana. “Incluso vino la policía dos veces y me decían ‘Paz, te vamos a poner una multa’ y yo les decía, ‘pero si la música no está fuerte’. Me daba igual, porque yo era feliz porque sabía que Antonio estaba allí”, ha confesado divertida la humorista.
Al volver a ver las imágenes de su emotivo vídeo, la gaditana se ha envuelto en palabras de amor hacia su marido: “Para mí no hay una fecha, yo cada día lo echo de menos, cada día pienso en él, y eso lo voy a sentir siempre”. La madre de Anna Ferrer ha revelado entonces que cree que “la vida continúa de una forma energética” y que, como es una defensora de “los universos paralelos”, cree que Antonio “está cerca”.
Declaración de amor
En ese momento ha sido cuando ha vuelto a hacer un alegato de amor y, mirando directamente a la cámara como si lo mirase a él, le ha dedicado unas bonitas y sinceras palabras: “Quiero recordarlo como un tío muy grande, honesto, honrado, que me quiso muchísimo, como un gran padre, un gran amigo, un gran hombre. Le quiero dar las gracias al universo por haber puesto a mi media naranja en mi camino”.