Mila Ximénez fallecía el pasado 23 de junio en su domicilio de Madrid tras un año de lucha contra el cáncer de pulmón que le fue diagnosticado. Hasta el último momento estuvo rodeada de su hija Alba Santana y de sus tres hermanos, Manolo, Concha y Encarna.
Tal y como ha desvelado su familia, la periodista tuvo tiempo de dejar dispuesto cómo quería que fuese su último adiós, dónde quería que reposaran sus cenizas -- en Amsterdam, con su hija y con sus nietos -- y habló personalmente con cada uno de ellos para decirles cómo quería que hiciesen las cosas cuando ella ya no estuviera.
Detalles
Mila quería tener un detalle especial con algunas personas importantes para ella, un recuerdo con el que tenerla siempre presente. Y, durante la mudanza de sus pertenencias del que fue su último hogar, un lujoso piso cercano al Santiago Bernabeu, se han podido ver los detalles que quiso tener con cada uno de sus allegados.
Varios operarios han sacado cajas y un elegante jarrón con carteles de "Granada", por lo que serán algunas pertenencias que Mila quería que tuviese su hermana Encarna, que reside en la ciudad de la Alhambra.
Recuerdos
Además, un enorme cuadro que representa a Mila y a Alba cuando era una niña, ha sido envuelto con mimo por los operarios de la mudanza, que le han puesto el cartel de "Amsterdam", por lo que se enviará a la casa en la que su hija y sus nietos Alexander y Victoria residen en Holanda.
Por último, Mila también quiso tener un detalle especial con dos de sus grandes amigos de Sálvame, Kiko Hernández y Belén Esteban. Mientras al colaborador le ha legado un enorme cuadro de estilo cubista, a la de Paracuellos le ha dejado algo metido en un sobre grande blanco adherido a la obra de arte de su excompañero.