Paz Padilla ha abierto las puertas de su casa y de su corazón para recordar su infancia y hablar del amor de su vida. En la primera entrega del programa, Bertín Osborne visitó la casa madrileña de Padilla. En esta ocasión, la presentadora le ha recibido en la vivienda en la que transcurrieron sus veranos cuando era una niña: la casa de sus abuelos maternos en la localidad gaditana de Zahara de los Atunes. Pero no solo tiene memorias aquí de su niñez; también era el pueblo de su marido fallecido, Antonio Vidal.
La entrevista se ha centrado en uno de los golpes más duros de su vida: la muerte de su marido por un tumor cerebral. Padilla ha revelado todos los detalles de cómo transcurrió su historia de amor. Se conocieron cuando ella tenía 14 y él 17 años en los boy scouts, se “casaron de mentira” frente a la iglesia de su pueblo y luego la vida los llevó por senderos distintos. “Él no entendió cuando yo me hice artista”, comenta como el motivo principal por el que se separaron.
Reencuentro
Años más tarde, un divorcio y una hija después, “el destino”, como dice Padilla, los volvió a juntar. La pareja pasó los mejores años de su vida juntos. Hasta que le detectaron un tumor cerebral: "Me metieron un hachazo en el pecho cuando me dijeron que se iba a morir". Padilla achaca la enfermedad de su marido a las imputaciones de la Junta de Andalucía que le salpicaron. Sin embargo, ella asumió esa misma noche que se iba a morir.
"Yo le he perdido el miedo a la muerte", confiesa la humorista. Padilla venía de pasar una época dura por la muerte de su madre en febrero de 2020: "La muerte de mi madre me ayudó a entender la muerte de Antonio". Los médicos le dijeron que Antonio perdería los sentidos: se quedaría ciego, no podría andar, ni hablar... Pese a que estuvo luchando unos años, llegó un momento en el que Paz decidió que "se acababa la quimio": "Esa fue la decisión más dura de mi vida, pero la tomé porque ya había asumido que se iba a morir".
Asumiendo la muerte
A raíz de esta dura experiencia, Paz Padilla escribió y publicó el libro El humor de mi vida. La periodista lo define como "una lección de vida hablando de la muerte". Según cuenta, el libro surgió cuando ella empezó a hacerse preguntas como "¿porqué a mi?" o "¿qué me va a pasar?". Una de las lecciones más valiosas que Padilla ha sacado de esta experiencia ha sido que "cuando te enfrentas a la muerte de un ser querido, te estás enfrentando a tu propia muerte".
Sin embargo, lo que más lamenta la presentadora son las críticas que recibió en su profesión por dedicarse a cuidar a su marido. "Me dolió que me dijeran que me había pasado factura el no trabajar", admite Padilla. "No estuve al 100% para trabajar, pero sí que estuve al 100% por mi marido, que era el que más me necesitaba". Finalmente, se sincera y confiesa que si hoy tuviera que volverlo a hacer, "lo haría de nuevo". Una gran historia de amor que ha marcado la vida de Paz Padilla y le ha ayudado a afrontarla mejor.