Los concursantes de Supervivientes se han enfrentado al Puente de las emociones durante el programa Tierra de nadie de este martes. La primera en cruzar el pasillo ha sido Melyssa Pinto y ha confesado que tuvo problemas de alimentación. Más tarde, Omar Sánchez ha cruzado la pasarela con las palabras culpa, celos, arrepentimiento y perdón.
Para empezar, el novio de Anabel Pantoja se ha mostrado muy arrepentido por haber estado alejado de su familia en momentos complicados, como cuando su abuelo se puso enfermo. "Antes de entrar en este programa mi abuelo se puso malo y mi familia me decía que fuera a ver a mi abuelo, que estaba a cinco minutos. Yo pasaba un poco de todo", ha confesado.
Culpa
"Antes de entrar aquí, tres o cuatro días antes, se puso más malo aún. Me siento culpable porque estando yo en Madrid me llamaron que había fallecido. No aproveché el tiempo suficiente con él y me arrepiento de eso y soy culpable", ha desvelado.
"Gracias a Dios Anabel los pudo conocer y mi abuela está muy orgullosa de ello. Sé que donde está, estará orgulloso de mí y me estará apoyando. Mi padre igual no lo está tanto porque tendría que haber ido a verlo más. Asumo la culpa", ha añadido el concursante de Supervivientes.
Miedo
También ha hablado de su chica. "Al principio de la relación con Anabel fue muy dura porque estábamos a distancia, ella en Sevilla y yo en Canarias. Siempre le he dicho que ella es más celosa que yo, pero me he dado cuenta de que yo también lo soy", ha asegurado el canario.
"Tengo miedo de perderla. Tengo que darle las gracias a ella porque me ha animado a ser una persona más familiar, a que luche por los míos. Tanto ella como yo nos hemos demostrado que nos queremos mucho, que formamos un buen equipo y que estamos luchando por un sueño", ha expresado muy emocionado.